Siete zonas de baño con encanto natural en la provincia de Cuenca

La provincia de Cuenca tiene encantos naturales y desconocidos en las que hay zonas de baño perfectas para refrescarte en verano.

Unas vacaciones de verano están pensadas para salir fuera de tu territorio y, sobre todo, darte un chapuzón para refrescarte ante las altas temperaturas de los meses de julio y agosto. Pero la provincia de Cuenca tiene unas zonas de baño naturales que hacen que no haga falta viajar kilómetros y kilómetros para mojarte.

Son espacios naturales con encanto en el que sus aguas cristalinas hacen envidiar a cualquier playa de la costa. Pero no son las zonas de baño ya conocidas por todos (algunas sí), sino las que se encuentran en rincones escondidos de la provincia. Estas son algunas:

  • La Playa de Cuenca: si pensaba que Cuenca no tenía playa, estabas equivocado. Se le conoce como Playa Artificial de Cuenca porque la conforma el río Júcar a su paso por la ciudad. Un clásico en la capital conquense. Este complejo fluvial está a dos kilómetros de la ciudad y, es desde 1943 es el refugio veraniego refrescante de conquenses y forasteros. Tiene vistas a la parte antigua de la capital y cuenta además con un restaurante para sentir una experiencia al completo. Está ubicada en el kilómetro 2 de la CM-2105.
  • Cueva Tomás, en Albendea: el paraje de Cueva Tomás en el municipio serrano de Albendea es la zona de baño del río Guadiela. Un entorno donde encontrarás tranquilidad y aventura en mitad de la naturaleza. Siguiendo el curso del río te encontrarás unas cuevas naturales con formaciones de estalactitas y estalagmitas. Este espacio natural se encuentra a 60 kilómetros de Cuenca capital, a unos 47 minutos en coche. Para ir hasta allí hay que coger la carretera nacional N-320 hasta Villar de Domingo García, luego tomar la CM-210 hasta Albalate de las Nogueras, continuar por la CM-310 hasta Villaconejos de Trabaque, seguir por la CM-2108 hasta Priego para finalizar en la CM-2023 hasta la zona de baño.

  • Cortados de Villalba de la Sierra: se trata de un paraje ideal para los meses de verano, constituido por un sinfín de pozas y piscinas naturales de aguas cristalinas, y que también sirve de deleite para los amantes de las emociones fuertes que vienen a la Serranía de Cuenca a practicar el barranquismo y otras actividades de turismo activo. Se encuentran justo debajo del Ventano del Diablo, pasando el municipio de Villalba de la Sierra. Desde la capital conquense son 25 kilómetros y se tarda unos 20 minutos. Para ir allí hay que coger las carreteras autonómicas CM-2110 y CM-2105 hasta el destino.
  • Río Cabriel en Cardenete: está claro que el río Cabriel es uno de los más limpios y cristalinos de la provincia de Cuenca, y su paso por la localidad de Cardenete, en plana Serranía conquense, hace un lugar perfecto para darse un baño entre naturaleza y paz. Situado a una hora aproximadamente de Cuenca, es uno de los pueblos que pertenece a la Reserva de la Biosfera Río de Cabriel, caracterizado por sus aguas cristalinas y sus hoces, y famoso por ser uno de los más limpios de Europa. Para llegar a Cardenete desde la capital conquense, se deberá circular por la N-420 y CM-2109 para llegar al municipio. Son 67 kilómetros y unos 55 minutos de trayecto.
  • Río Escabas en Cañamares: ubicado entre las hoces de Fuertescusa y Priego se encuentra Cañamares, un municipio conquense bañado por el río Escabas. Es uno de sus principales atractivos, conocido como la Playa de Cañamares, una playa artificial ubicada en el propio río. Pero lo desconocido de este lugar es que el recorrido del afluente deja a su paso pozas donde poder bañarse, siendo una oportunidad para seguir explorando la zona. El trayecto para ir a esta zona de baño es de 58 kilómetros y se tarda aproximadamente 47 minutos. Hay que ir por la carretera nacional N-320 hasta Villar de Domingo García, para luego seguir por la autonómica CM-210 hasta La Frontera y continuar recto por esa carretera hasta encontrar la Playa.
Playa artificial de Cañamares
  • La Balsa en Valdemoro de la Sierra: en el pueblo de Valdemoro de la Sierra se puede llegar hasta la Cascada de la Balsa, un asombroso paraje natural que desemboca en el caudaloso río Guadazaón. Se trata de un nacimiento de agua que cae por una pendiente rocosa creando un panorama espectacular. La zona se encharca y crea pozas alrededor de La Balsa en las que se puede bañar los visitantes. Llegar hasta este entorno desde Cuenca capital se tarda aproximadamente una hora, son 53 kilómetros. El trayecto más rápido es carretera nacional N-420 hasta Mohorte y continuar hasta Cañada del Hoyo y luego girar a la izquierda por la carretera provincial CUV-9142 hasta llegar al destino.
  • Manchamar, en Valverde de Júcar: este municipio de La Mancha conquense se encuentra a la cola de un pantano y en época estival, esta zona es en una de las más turísticas de la localidad. Es una zona recreativa donde se pueden practicar diversas actividades acuáticas como piragüismo, windsurf, remo, pesca y también es ideal como zona de baño. Esta zona del Embalse de Alarcón, conocido como «Manchamar» cuenta con las instalaciones necesarias para disfrutar de un día de ocio perfecto. Desde Cuenca capital se tarda unos 53 minutos aproximadamente, a 52 kilómetros. La ruta más rápida es por la CM-2100 hasta Valverde de Júcar.