El Comité Europeo de las Regiones, es la voz de los entes locales y regionales en la Unión Europea. Trabaja como guardián de sus intereses, asegurándose de que sus competencias se respetan. Hace años viene avisando del surgimiento de una “geografía del descontento” en Europa. Un sentimiento de insatisfacción, predominante en las regiones con desventajas geográficas y demográficas, en las que la ciudadanía se siente abandonada a su suerte. Destaca el Comité europeo las crecientes dificultades que padecen las regiones despobladas en materia de transporte, porque los gobiernos no respetan los artículos del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), en el proceso de elaboración de las políticas. Los Estados no prestan “especial atención” a las regiones con desventajas geográficas y demográficas (TFUE artículo 174), ni las benefician con “medidas específicas” (TFUE artículo 349). Actúan sin tener en cuenta las funciones esenciales que esas zonas desempeñan para el desarrollo equilibrado de Europa. Olvidan que esas regiones tienen un papel clave, en el acceso a las materias primas, la agricultura, la pesca, la protección del medio ambiente, el turismo y las oportunidades de ocio. El Comité recomienda que las políticas diseñadas por los Estados respeten las leyes fundamentales, ofrezcan una imagen positiva del medio rural y cuenten con la participación activa de las regiones.
Desde el planteamiento del Comité Europeo de las Regiones, la actuación del administrador de infraestructuras ferroviarias (ADIF), con su pretensión de clausurar el ferrocarril Aranjuez-Cuenca-Valencia es inaceptable. La decisión de desmantelar la línea férrea, de dudosa legalidad, daña la imagen de Cuenca. Denota el escaso valor que concede a los pueblos de la provincia y a los derechos de las personas. Es jurídicamente rechazable, porque excluye la participación de todos los municipios afectados, menos el de la capital.
Conforme a lo expuesto, que el Tribunal Supremo haya estimado el recurso de los once municipios y suspenda cautelarmente el cierre de ADIF es una excelente noticia. Hay que felicitar a los alcaldes de los once ayuntamientos que han luchado para exigir que los poderes públicos acaten la Constitución y las leyes, respeten la dignidad de la ciudadanía y acepten la indispensable participación de los municipios. Es una obligación cívica reivindicar el derecho a una imagen positiva de las zonas despobladas y exigir que se reconozcan las funciones esenciales de los pueblos, por donde debe discurrir el tren regional. Por todo lo cual, el próximo día 4 de julio, a las 20.00 horas, tendrá lugar el plante 44 (y último, de momento,) en la plaza de España de Cuenca, para festejar con alegría el mantenimiento cautelar de la línea acordado por el Tribunal Supremo.