La directora del Archivo Histórico de Cuenca, ha presentado un nuevo libro titulado Los Velázquez de Cárdenas y la fundación del convento de Carmelitas descalzos de Uclés (Cuenca), una obra publicada por la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía que profundiza en la historia de una destacada familia y su influencia en la región.
El libro relata los hechos de Antonio Velázquez de Figueroa y León, quien en 1562, partió desde Sevilla hacia las Indias con un criado para servir a la Corona. Tras una carrera de significativos logros en la conquista y el descubrimiento, Velázquez se arruinó y solicitó al rey Felipe II un puesto de justicia. En Nueva España, contrajo matrimonio con Isabel de Cárdenas, lo que permitió la acumulación de una fortuna gracias a las minas de plata de su esposa. Este patrimonio sería la base para la creación de una notable dedicación familiar que se destacó en el desarrollo de conocimientos aplicados a la minería y la enseñanza.
Los descendientes de Antonio Velázquez, como los hermanos Joaquín Velázquez de Figueroa, alcanzaron gran renombre en México, donde ambos se convirtieron en directores del Colegio de Minería. Además, el primero participó en la expedición a California con José de Gálvez, mientras que el segundo llegó a ser ministro de Fomento y organizó los certámenes para la creación del Himno Nacional de México. Otros miembros de la familia desempeñaron roles de gobierno y justicia en Nueva España, mientras que varios se asentaron en Uclés.
Una parte significativa del patrimonio generado por las minas de plata fue destinado al mayorazgo de los Indios, lo que permitió la fundación del convento de Carmelitas descalzos en Uclés, una institución que jugó un papel fundamental en la historia local. El libro ofrece los documentos que detallan tanto el origen como el fin de este convento en el siglo XIX.
El capitán Antonio Velázquez de Figueroa no fue el primer miembro de la familia en llegar a América. Su linaje se remontaba a los conquistadores Juan y Rodrigo Velázquez de León, primos de Diego Velázquez, quienes ya habían sido parte de la primera etapa de la colonización. La familia Velázquez gozaba de un reconocido estatus de hidalguía, y el capitán Antonio Velázquez fue recordado en México como un caballero hijodalgo notable, una distinción ampliamente reconocida en la sociedad de la Nueva España.
Este libro no se presenta como un estudio genealógico exhaustivo, ni una recopilación de todas las fuentes documentales sobre la familia Velázquez, sino como una obra que pone en valor el legado histórico de esta destacada estirpe, tanto en Uclés como en Nueva España, y proporciona información clave para futuras investigaciones sobre este linaje y su impacto en la historia.