Dejar tu vida en España para irte a vivir a Estados Unidos de un día para otro. Eso fue lo que le pasó a Angélica García, una conquense que gracias a «echar suertes» consiguió una plaza para trabajar como profesora en Ohio.
Maestra de educación musical y de primaria, Angélica se presentó a un programa de profesores visitantes que adjudica el Ministerio de Educación «sin ninguna esperanza de que me llamasen». Un programa que no solo está para Estados Unidos, también para Canadá y Europa. «Lo eché por si salía la oportunidad, pero sin ninguna esperanza porque solo eran 500 plazas a nivel estatal».
Al final, Angélica fue admitida para irse a Ohio por su perfil. «Una vez que que te aceptan en el proceso, tienes que pasar por una entrevista personal con el delegado de educación, en este caso de Ohio, con un caso practico. Al poco tiempo me dijeron que seguía en el proceso y a partir de ahí te busca un colegio adecuado a tus características. A mi me tocó en un colegio de Mansfield, donde hacen inmersión lingüística, con un perfil «kinder garden«, infantil aquí en España».
Es un programa que es para mínimo tres años, «pero puedes pedir una excedencia, te pueden hacer dos años mas», cuenta Angélica. A partir ahí, empieza su nueva vida.
«Cuando llegas al principio tienes que buscar una vida nueva: casa, coche, papeles… Por suerte fui ya con casa porque contacté con una chica que ya se volvía y me quedé donde estaba». Y no iba sola, su marido se fue con ella, donde también tuvo que buscar un nuevo trabajo. «Le dije que había echado la solicitud del programa, me cogieron y él dijo que adelante, porque era una oportunidad buena para los dos. Consiguió trabajo muy rápido porque allí hay mucho trabajo».
El español es Estados Unidos
Angélica es profesora de inmersión lingüística y da clases de español a niños y niñas. Allí el español cada vez se habla más gracias, por un lado, a la influencia de los latinos, pero también porque es la segunda lengua del país y los estadounidenses la eligen para estudiarla en colegios e institutos. «Los padres quieren que sus hijos aprendan español, porque además les dan créditos para acceder a la universidad».
A nivel escolar, las diferencias entre un país y otro son notables. Angélica cuenta que en Estado Unidos el curso se empieza en agosto y termina a finales de mayo. «También tenemos menos vacaciones, porque los puentes que en hay en España, en Estados Unidos no hay. Solo hay cuatro días festivos nacionales. La jornada también es mas amplia, empezamos a las 8:20 y acabamos a las 15:50h».
Cultura y vida
Angélica asegura que la vida en Estados Unidos es «como se ve en las películas». «La cultura del terraceo que tenemos en España, allí no la tienen. Si quieres quedar con alguien te invita directamente a tu casa».
Ahora su vida social, dice, es más reducida. Aún así, por donde vive ella se juntaban nueve familias españolas, cada una de un punto del país. «Yo tuve la suerte de que cuando llegamos nos acogió una «host family» de allí en su casa hasta que dejamos todo un poco atado, y seguimos en contacto con ellos. Allí hay familias que acogen a profesores españoles una temporada». Algo que aquí en España no se suele ver. «Es una mentalidad distinta a la que tenemos en España. Allí sin conocerte de nada te acogen y te dan absolutamente todo».
También asegura que el nivel de vida en Estados Unidos es mucho más alto, pero los sueldos también son altos. «En España por ejemplo, el nivel de vida es alto pero los sueldos son muy bajos».
Angélica y su marido han tenido también una «inmersión» tanto lingüística, como cultural y social en un país completamente diferente al suyo. A Cuenca esperan volver ya para 2026, antes van a aprovechar «para viajar por allí y conocer un poco más el país».