La lluvia y el virus han hurtado las tres últimas ediciones de la procesión del Jueves Santo conquense, una muesca en una dilatada historia que se remonta al siglo XVI. Los hermanos confían en que la brecha de ausencias no se siga acrecentando y que, como está previsto, a las 16:30 horas el desfile parta al completo desde la iglesia de la Virgen de la Luz. La procesión, sensorial catequesis, discurrirá por el Puente de San Antón, otra de las postales anheladas, y seguirá por Calderón, Carretería y Las Torres. Con aceras presumiblemente llenas, subirá hasta la Plaza Mayor por la Puerta de Valencia, Solera, el Peso y Alfonso VIII.
Tras el descanso, buscará otra vez el Júcar en su descenso, que traza por San Juan, Palafox y el Puente de la Trinidad. La vuelta al templo de partida se estima sobre las doce de la noche.