Tras una Semana Santa atípica, en la que el número de suspensiones de procesiones ha sido atípicamente alto por culpa de las condiciones meteorológicas adversas y las pocas que han salido han contado con una alta participación, Jorge Sánchez Albendea, presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Cuenca, hace balance de la Pasión conquense de 2024.
Lo primero y más obvio: ¿cuál es el balance del año?
El balance que hacemos es que, evidentemente, la protagonista ha sido la lluvia, es la que ha marcado todo. Pero la devoción de los nazarenos ha podido a la lluvia. ¿Por qué digo esto? Por un doble sentido. Lo que es internamente, las decisiones que se han tomado de manera interna y las herramientas que teníamos para tomarlas han funcionado muy bien. Ha habido unanimidad absoluta en todas las Hermandades. Con lo cuál les quiero mandar el mayor de mis reconocimientos por lo bien que han actuado, por lo bien que se han comportado, por lo bien que han comprendido todas las situaciones que se nos iban dando. Y, por otro lado, porque ha sido tremendamente emocionante el ver cómo, después de la suspensión de las procesiones, las parroquias se han llenado de gente para ver a sus imágenes. El miércoles en San Esteban; el jueves en la Virgen de la Luz, viendo que estaba lloviendo y la gente hacía unas colas tremendas para acceder; el Viernes Santo, que fue muy bonito el Vía Crucis que hicieron las hermandades de Camino del Calvario y En el Calvario juntas en El Salvador; el Sábado Santo igual con las Santas Marías; y el Domingo de Resurrección en San Andrés. Ver esa devoción también satisface y llena mucho.
Iba a preguntar cuáles habían sido los aspectos positivos a destacar, pero creo que con esto ya has respondido.
Claro, principalmente son esos. La unidad, la armonía y el buen hacer de todas las hermandades al tomar decisiones, porque internamente se ha funcionado de maravilla; y ver la comprensión de la comunidad nazarena con esas decisiones, que eso es muy importante. Nos hemos sentido -me he sentido- muy respaldado por las hermandades y también por las instituciones provincial, regional y, sobre todo, por el Ayuntamiento de Cuenca, que ha estado a nuestro lado ayudando y respaldando todo. En ese sentido podemos estar satisfechos.
¿Desde la Hermandad de la Cruz Desnuda, la Congregación y la Junta de Cofradías os esperabais ese nivel de participación nazarena en la procesión del Santo Entierro?
Pues no. Evidentemente, a medida que pasaba el día y veíamos que se abría una pequeña ventana para poder salir, sabíamos que habría gente. Claro, si es que las ganas eran tremendas. Igual que ha sido una Semana Santa histórica en cuanto a suspensiones, creo que la procesión del Santo Entierro ha sido también histórica. Recuerdo cómo, justo antes de llegar a la anteplaza, el presidente ejecutivo de la procesión vino y me dijo: “Jorge, hemos repartido más de 1.000 velas a los nazarenos que van delante”. Es lo que digo, el triunfo de los nazarenos de Cuenca. Cómo se quisieron unir en esa única procesión después de tantos días de suspensiones, en esa única procesión que íbamos a tener, cómo se unió todo el mundo y cómo se echaron a la calle. Y no solo los nazarenos, si no toda la gente que había viendo la procesión del Santo Entierro. Es muy emocionante ver que la Semana Santa trasciende a todo, que es muy importante para la ciudad y la ciudad se vuelca con ella. Es lo más satisfactorio y bonito que se ha vivido esta semana.
«Ha sido tremendamente emocionante ver cómo después de las suspensiones las parroquias se han llenado»
Has comentado que sí que habéis sentido respaldo por parte de instituciones y nazarenos. Pero sí que se han podido ver comentarios de gente que pueden no entender por qué se toman las decisiones de suspender con tanto tiempo de antelación. ¿Por qué se hace así?
Se hace así porque, gracias a Dios, la vida avanza y hemos tenido muy buen trabajo a lo largo del año y nos hemos dotado de unas herramientas muy adecuadas para poder tomar las decisiones. Ya no es como antes que necesitábamos otros métodos. Hoy, a las nueve de la mañana ya sabes el tiempo que vas a tener por la tarde. Como digo, gracias a Dios hemos trabajado muy bien y tenemos unas herramientas que nos han permitido actuar así. Y este buen funcionamiento ha sido clave. Es evidente que a muchas de las opiniones que se hacen hay que decirles que esto tiene un fundamento. Esto no es que nos reunimos y decidimos a la ligera si suspender o no. No. Se hace en base a unos criterios que, por cierto, han sido los acertados.
Ahora volveremos a eso, pero primero: como ya existen estas nuevas herramientas que, como dices, aciertan bastante bien con mucho tiempo, ¿habría que modificar los protocolos existentes?
En algunos de los protocolos que hay no se recogen estas medidas. Se habla mucho del tema de que no se respetan los protocolos, y nada más lejos de la realidad. Además, me sorprende muchísimo que la gente los conozca porque es algo interno, me ha llamado poderosamente la atención. Pero, evidentemente, nosotros vamos a trabajar y todo el mundo va a trabajar por adaptar sus protocolos y sus formas de actuar. Eso sí, que no le quepa duda a nadie que las cosas se han tomado, insisto, desde la mayor tranquilidad, con unas herramientas que nos permitían acertar lo que iba a ocurrir. Y, bueno, si suspender la procesión del Miércoles Santo a la una de la tarde, seis horas antes, la gente cree que es una barbaridad, pues me parece fuera de todo lugar. Suspender el Jueves Santo a las doce de la mañana, cuatro horas antes, pues me parece exactamente igual. Y Camino del Calvario, suspenderla a las nueve de la noche cuando la procesión salía a las cinco de la mañana, tampoco me parece una precipitación ni una antelación exagerada. También hay que tener en cuenta que, a la hora de tomar estas decisiones, hay que tener en cuenta muchas cosas. Hay que cuidar la seguridad de nuestros nazarenos, hay que cuidar la seguridad de nuestras tallas, hay mucha gente que debe desplazarse hasta Cuenca para cubrir estas procesiones, hay mucho dispositivo policial y de seguridad que está pendiente de nosotros… Bueno, pues si con las herramientas que tenemos sabemos que nos va a llover, pues ya está. Y los protocolos que hay ahora pues imagino que los revisaremos, y cada procesión tendrá su particularidad, su recorrido alternativo, su posibilidad de esperar… Pero a la hora de suspender, gracias a Dios, como digo e insisto, se ha trabajado muy bien contando con muy buenas fuentes.
«Quien insulta bajo el anonimato no merece ni treinta segundos de mi tiempo»
Cuando se han hecho estos anuncios, se ha visto a gente comprender esta situación, argumentando que así las bandas no tienen que venir o que el viento puede ser un factor de riesgo. Pero también hay gente que no opinaba así, afirmando que “no hay voluntad de salir”, que “la Junta de Cofradías es un cortijo”, o directamente insultando. Si eso es lo que se ve, ¿qué os llega por privado?
Quien insulta bajo el anonimato no merece ni treinta segundos de mi tiempo. Yo invierto el tiempo para las hermandades, por las hermandades y por los nazarenos de Cuenca. Creo que quien vierte esas opiniones, de verdad que no merece ni diez segundos de mi tiempo. Yo vuelvo a manifestar y a reconocer la magnífica labor de todas las hermandades de la Semana Santa de Cuenca, incluyendo al Grupo Turbas, que participó, como no podía ser de otra manera, en la toma de decisión por unanimidad de la procesión Camino del Calvario. Parece ser que a algunos les duele. A mí me duele el Lunes Santo, el Martes Santo, el Miércoles Santo, el Jueves Santo, el Viernes Santo, el Sábado Santo y el Domingo de Resurrección. A los nazarenos de Cuenca les duele eso. Hay otros a los que solo les duele lo que ocurre en la madrugada. Pero esos ya han desaparecido de la ciudad. A esos ya no les interesa la Semana Santa. A los nazarenos sí. Ahora nos quedamos trabajando durante todo el año. Y la Semana Santa no es cortijo de nadie, la Semana Santa es de todos los que participan. Yo invito a cualquiera que diga estas cosas a que vaya a la Junta de su Hermandad y que participe y trabaje durante todo el año. Aquí no hay cortijo de nadie. Esto es patrimonio de toda la Semana Santa. Repito: quien dice eso no merece ni diez segundos de mi tiempo.
Comentabas antes que no se toman decisiones a la ligera. ¿Cómo afecta a las hermandades y a la propia Junta de Cofradías el no poder desfilar? Me refiero tanto emocional como económicamente.
Emocionalmente a todo amante de la Semana Santa nos afecta igual: una frustración y un disgusto muy grandes y un dolor muy grande que tenemos. Vivimos todo el año pensando en esto. El dolor ahí está y es frustrante, pero hay que aceptarlo. El hombre propone y Dios dispone. Y, económicamente, pues no pasa nada. Ahora cada Hermandad tiene su propia regulación interna de cómo gestiona a la hora de las suspensiones. Unas se quedan un porcentaje de la subasta, otras devuelven el dinero y subastan de nuevo… en fin, cada una se articula de una manera. Y la Junta de Cofradías ha salvado una pandemia con dos años sin salir a la calle, y la Semana Santa de Cuenca no se ha resentido. Ni los desfiles procesionales que se han visto en la calle han podido resentir por el tema económico. Para eso estamos, para trabajar durante todo el año. Que nadie dude ni por un momento que la Semana Santa del 2025 no tendrá ningún problema económico. Porque para eso estamos: para trabajar y gestionar y gestionar.
A nivel de visitantes, entiendo que es pronto para tener datos definitivos, pero ¿tenéis alguna estimación?
No sé nada. Sí que es verdad, por lo que he hablado, que a nivel de plazas hoteleras y restaurantes se han visto afectadas por las suspensiones y se han cancelado reservas. Pero es que es normal. Yo creo que el 90% de gente que viene a Cuenca estos días se viene atraída por su Semana Santa, y la previsión meteorológica, como se ha visto, era catastrófica desde el Lunes Santo. Por lo que nos comentan sí que ha habido mucha cancelación de última hora.
«Invito a los que critican a ir a la junta de su hermandad a participar y trabajar durante todo el año»
¿Han funcionado las campañas de concienciación y publicidad para nazarenos, conquenses y turistas que se ha lanzado este año?
La que va referida a los turistas no podemos valorarla, porque eran mensajes de qué hacer y cómo comportarse durante las procesiones. Por desgracia, al no haberlas tenido, no sé si han llegado a ellos y si habrán tenido resultado. A nivel de nazarenos yo creo que sí, porque son mensajes continuos que se van lanzando y a las pruebas me remito. Yo creo que la inmensa mayoría de nazarenos hemos estado unidos en el dolor de las decisiones tomadas. Quiero pensar que sí, pero seguiremos trabajando en la misma línea y con la unión que existe de todas las hermandades, que de verdad que es digno de elogio.
Ayer Domingo de Resurrección, hoy Lunes de Pascua… ¿A partir de ahora qué?
A partir de ahora a gestionar y a trabajar. En desfiles procesionales y en lo que más puede ver la gente, a través de nuestro presidentes ejecutivos habrá una recopilación de todo lo que hemos hablado: de ver los protocolos y su funcionamiento, ver en qué podemos mejorar… todas estas cosas que hay que gestionar. Y, a nivel interno, la gestión de la Junta de Cofradías va a tener lo que es la vida de la institución durante todo el año, que en una Semana Santa como la nuestra tiene que ser así. Y así estamos: trabajando durante todo el año y haciendo un montón de cosas que se pueden ver. Recopilaremos los informes, trabajaremos sobre ellos y elaboraremos la gestión económica para encarar el ejercicio de 2024. Y, sobre todo, pensando ya en la financiación del año 2025. Paralelamente a todo este trabajo, que es muchísimo, trabajando con muchas ganas e ilusión en que el Museo de la Semana Santa sea, en este 2024 o, como mucho, a principios de 2025, una realidad en la que todos los conquenses puedan ir y sentirse orgullosos de su Museo y su Semana Santa.
¿En qué situación están las obras?
Ya tenemos la primera planta desmantelada. Comenzaremos en breve a desmantelar la planta baja, y entiendo que tendremos que empezar las obras más pronto que tarde. Nuestro objetivo, ya digo, es llegar a finales de 2024 o principios de 2025 a que el Museo pueda visitarse. Es un trabajo muy arduo, pero vamos a ello. Vamos a tener que invertir mucho tiempo en él durante este año. Pero nosotros estamos para eso: para trabajar, para dar cobertura a todo el mundo y a todas las hermandades, y es lo que vamos a seguir haciendo, como hemos hecho toda la vida.