El quinto domingo de Cuaresma es ya sinónimo de procesión infantil en la Fuente del Oro y este 6 de abril no ha sido una excepción. La Parroquia de San Julián ha desplegado por las calles del barrio su cortejo semanasantero en una jornada en la que el tiempo ha acompañado y tanto participantes como espectadores han respondido de manera masiva.
El desfile procesional, que ha salido a las 12:30 horas del templo parroquial situado en la Plaza de la Reina Sofía, ha sido abierto musicalmente un año más por la banda de cornetas y tambores de la Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro de Mota del Cuervo. Después, han ido apareciendo cada uno de los seis pasos: Jesús de Medinaceli, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cristo de la Agonía, La Virgen de la Amargura con San Juan Apóstol, la Cruz Desnuda y Jesús Resucitado.
Cada imagen era portada por pequeños banceros y acompañada por niños vestidos con sus túnicas y portando cruces. Los pequeños procedían principalmente de los grupos de catequesis de la parroquia, pero también de otras comunidades, grupos y hermandades ya que los organizadores habían invitado expresamente a cualquier niño interesado en participar, independientemente de su pertenencia. Como en ediciones anteriores estuvieron presentes los turnos haciendo sonar los tambores o incluso algún clarín delante del paso de Jesús con la Cruz a Cuestas.
Y es que no faltó detalle. Hubo palomas para celebrar la Resurrección y también, a la altura de la Farmacia de la calle San Cosme, el coro parroquial entonó el Miserere y el Stabat Mater para las sacras y pequeñas efigies. El apartado musical lo completó la agrupación ‘Nos la capela’, que iba cerrando la procesión.
Tras completar el recorrido por las calles San Damián, Paseo del Pinar y San Cosme, la procesión regresó brillante hasta la iglesia de origen, dejando un estupendo prólogo para la ya inminente Semana Santa.














Fotos y vídeo: BTT