Las Turbas ya son parte de la Junta de Cofradías después de la integración de estas “desde la excepcionalidad” en en la Junta General. Tras varios años detrás de esta adminsión, Javier Viñuelas, representante ante la JdC del Grupo Turbas, no se muestra del todo «satisfecho» tras este proceso que se iniciaba en 2017: «No es exactamente lo que queríamos, porque nuestro interés era convertirnos en miembros de pleno derecho, pero en nuestras circunstancias es el mínimo acuerdo que podíamos esperar. Estamos ligeramente satisfechos».
Para esta integración se ha tenido que modificar tres artículos de los Estatutos de la institución nazarena (2.1, 33 y 39), para dar cabida al colectivo como miembro desde su denominación de asociación privada de fieles sin personalidad jurídica: «Si el Obispado reconsiderara su postura, y quisiera concedernos el título de asociación pública de fieles, evidentemente las cosas cambiarían y podríamos entrar con pleno derecho, pero mientras no ocurra, este es el mejor acuerdo tenemos».
Sobre solicitar al Obispado el cambio de denominación para poder ser miembro de pleno derecho de la JdC, Viñuelas admite que «no lo descartamos en un futuro, pero tiene que pasar algún tiempo», ya que cuando se pidió con anterioridad no se consiguió.
Sobre la duración de esta integración, desde Las Turbas informan que el plazo «es algo casi simbólico» porque se puede deshacer el acuerdo en cualquier momento «si algo no funciona correctamente».
Para estos nazarenos encuentran esta admisión como «un reconocimiento de algo que venía demandando la ciudad de Cuenca desde hace muchos años». Así reconocen que la Semana Santa de Cuenca «se conoce fuera de nuestra ciudad principalmente por las Turbas» y que duramente muchos años se había «negado injustamente» que pudieran formar parte de la institución nazarena.
Conseguido este paso, Viñuelas destaca que el objetivo es «mejorar la Procesión Camino del Calvario» y destaca el principal problema al que llevan enfrentándose desde hace más de 40 años, que son «esos desalmados que están entorpeciendo la procesión». Para ello, desde Las Turbas piden ayuda y recursos para mejorar y se muestran enfadados con aquellas personas que «confunde y meten en el mismo saco lo que son Las Turbas en general, con más de 2000 turbos con un comportamiento excelente, con esos indeseables que manchan la imagen de la misma», finaliza.