La Joven Orquesa de Cuenca, bajo la batuta de Pablo Martínez Valiente interpretó su tradicional concierto de marchas procesionales el sábado 29 de marzo. En esta sexta edición, con las localidades agotadas a los pocos días de salir a la venta, los músicos ofrecieron una experiencia musical con un repertorio cofrade en el que marchas que suenan en la Semana Santa de Cuenca, como “San Juan” de Nicolás Cabañas o “Mater Mea” de Ricardo Dorado hicieron las delicias del público del Teatro Auditorio `José Luis Perales´en plena cuaresma.
Tras las marchas y, aún con el aroma del incienso, se estrenó la obra «Las Siete Palabras», compuesta y dirigida por el músico conquense Sergio Bascuñana Guerra. El coro Vocalis Fémina dirigido por María Jesús López Bermejo, puso la voz a esta pieza magistral junto a los solistas Clara Serrano Esteban, Pablo Lluva Cuenca y Lucía Mora López, que recordaron las últimas palabras de Cristo. Con una puesta en escena deslumbrante y una obra maestra de gran profundidad dramática, el auditorio disfrutó del estreno de una obra que se une a la riqueza musical que Bascuñana no deja de incorporar al archivo conquense, con piezas como «Ecos de angustia» estrenada en 2024 o «El concejal», un pasodoble que vio la luz el último San Mateo.
En la segunda parte, las luces y el sonido recordaron el albor del Viernes Santo conquense con “La madrugá” de Abel Moreno. El solista Álvaro Martínez de Lucas junto a los jóvenes músicos de la orquesta elevaron una súplica entre cantares y notas interpretando “La Saeta” de Joan Manuel Serrat. “Señor de Miércoles Santo”, de Pablo Martínez Valiente, y “Mesopotamia”, de José Vélez fueron otras de las magníficas composiciones que se interpretaron en la segunda parte. Los continuos aplausos con los que el público mostró su entusiasmo hicieron que se interpretaran dos vises: “Nimrod – El Enigma”, de Edward Elgar y “Jerusalén”, de José Vélez.
Los miembros de la Joven Orquesta de Cuenca so músicos, generalmente estudiantes que compatibilizan sus actividades diarias con su amor y dedicación a la música. Este mérito es compartido con las familias que juegan un papel esencial al adentrarlos en este apasionante mundo, y la junta directiva de la organización, que trabaja día a día con ilusión para que el proyecto continúe funcionando y brindando noches como la del sábado a los conquenses, que evidencian la calidad y buena salud de la que goza la Joven Orquesta de Cuenca.