Sierra Norte de Guadalajara, paisajes de alta montaña y máxima biodiversidad para disfrutar sin prisas

El norte de la provincia de Guadalajara ofrece, junto a los parques naturales del Barranco del Rio Dulce y el Alto Tajo, una oportunidad única para deleitarse de la belleza natural en entornos excepcionales con calma y sin masificaciones

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

El Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara ofrece la oportunidad de disfrutar en Castilla-La Mancha de paisajes de alta montaña, incluyendo manifestaciones geomorfológicas periglaciares y especies amenazadas como pechiazul, topillo nival y salamandra. Se trata de una zona excepcional donde se pueden contemplar bosques eurosiberianos (hayedos, abedulares, tejedas y acebedas), bosques de ribera bien conservados en los ríos Jarama, Sorbe y Bornova y sus afluentes; turberas ácidas y pinares naturales de pino silvestre; así como a fauna amenazada de especial interés.

Los atractivos se completan con una elevada geodiversidad vinculada al paisaje ganadero, relación armónica hombre-naturaleza y un rico patrimonio etnográfico y cultural (arquitectura negra, arquitectura dorada, cercas y taínas, ermitas románicas, monasterio cisterciense, botargas de carnaval…). Conviene recordar la necesidad de visitar la Naturaleza con responsabilidad ya que ésta entraña unos riesgos inherentes a su condición de medio natural y además se trata de medios frágiles que requieren cuidado y respeto por parte del Naturaleante que se acerque a disfrutarlos. Es necesario respetar la normativa sanitaria de prevención de COVID-19 y especialmente el uso de mascarillas, las distancia social de seguridad, así como el número de  integrantes de los grupos

El Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara supone la mejor manera de disfrutar de la paleta de colores de los bosques otoñales antes de que lleguen las nieves, atravesando extensos paisajes de montaña únicos en la región, brezales, jarales, arroyos y puentes medievales de pizarra, mientras se practica senderismo por algún tramo del GR-60 o por alguno de los senderos de pequeño recorrido del parque. La tranquilidad y el silencio permitirá avistar algunas especies amenazadas como lagartos verdinegros o topillos nivales, disfrutar del vuelo del águila perdicera o imaginar al lobo siguiendo tu rastro por las sendas.

Un buen plan puede consistir en organizar unas pequeñas vacaciones y preparar el recorrido de este atractivo GR que discurre en su totalidad en torno al pico Ocejón. Al final de cada tramo se puede pernoctar en algunos de los atractivos pueblos negros: Majaelrayo, Valverde de los Arroyos, Almiruete, Campillo de Ranas o Tomajón. Su arquitectura negra y su rico patrimonio etnográfico de cercas, taínas y corrales, siempre sorprenden. Disfruta de las espectaculares panorámicas desde la Sierra de Alto Rey: al norte, camina por los pinares de pino silvestre a  pie del rio Pelagallinas, siguiendo el Sendero de la  Cueva del Oso desde Prádena de Atienza y, al sur, recorre los pueblos de la arquitectura dorada entre los robledales y brezales que cubren la raña y visita el Museo de la Plata en Hiendelaencina para conocer su riqueza minera.

El GR-10 sirve de conexión con los otros dos parques naturales de la provincia, Barranco del Rio Dulce y Alto Tajo, y atraviesa el parque por el sur de este a oeste. Para disfrutar de la geología, resulta recomendable organizar una ruta que partiendo de Almiruete con sus casas negras de pizarras, conecte con Tamajón donde disfrutar de paisajes kársticos y su pequeña ciudad encantada, y seguir el GR-10 recorriendo la hoz caliza labrada por el Jarama en Retiendas, las rañas rojizas de Puebla de Valles, Valdesotos, Tortuero y Valdepeñas y Alpedrete de la Sierra, con sus espectaculares paisajes erosivos de cárcavas y llegar hasta los paredones calizos del Pontón de la oliva y el Lozoya, ya en el límite con la Comunidad de Madrid.

En el municipio de El Cardoso de la Sierra, al Este, se encuentra el Centro de Interpretación del parque, con la información adecuada para preparar y organizar tu visita. Aquí es posible recorrer a pie antiguos caminos vecinales para visitar pequeños pueblos serranos como Bocígano, Cabida y Peñalba, caminar por las orillas de ríos de aguas prístinas con bosquetes de abedul, como el Veguillas o el Berbellido, o practicar el montañismo ascendiendo al Cerrón, el Santuy o el Pico Lobo, la cumbre de Castilla-La Mancha, recorriendo circos glaciares y pastizales de alta montaña, donde se pueden encontrar aves tan singulares como el pechiazul o el bisbita alpino.

Cuando lleguen los días más calurosos del verano, supone todo un aliciente caminar los 6 kilómetros de la Senda de Carretas, en un impresionante bosque de hayas, el Hayedo de la Tejera Negra, Patrimonio Mundial de la Unesco, que ofrece refugio ante el calor. Es posible pedalear, desde el Centro de Interpretación del Hayedo de la Tejera Negra, la Ruta del Rio Zarzas, de 21 Km, disfrutando de estos bosques, praderas y barrancos. También caminar los 17 Km de la Senda del Robledal, para caminantes un poco más experimentados, por la que finalmente se accede al Hayedo de la Tejera Negra.

Antes de realizar visita, resulta conveniente consultar el programa de actividades «Vive tu Espacio», por si estás interesado en participar en alguna actividad gratuita organizada por el parque. También se puede contactar con las empresas de turismo en la naturaleza de la zona, que ayudarán al visitante a descubrir, valorar y disfrutar este espacio.