El parque natural de la Serranía de Cuenca es un enclave que, como las buenas comidas, está cocinado a fuego lento. Millones de años de desarrollo natural y geológico fueron necesarios para dar uno de los lugares más sorprendentes que hay en la península ibérica. Este gran rincón situado en el noreste de la provincia otorga a quien lo visita imágenes únicas, no sólo por los espectaculares paisajes que los ríos labraron en las rocas, también gracias a su rica flora y fauna que hacen que quien lo pise, quiera repetir.
La variedad de sus paisajes y caminos acepta a todo tipo de turistas, a quienes acoge con los brazos abiertos en multitud de sitios y lugares de interés únicos. En pleno Sistema Ibérico, el lugar es cuna de algunos de los ríos más importantes del país, como son el Júcar y el Tajo, y también sus principales afluentes de cabecera, como los ríos Escabas, Cuervo, Valdemeca o Arroyo Almagrero. La transparencia de sus aguas y el rumor de su discurrir son acompañados por la espectacular vegetación que las enmarca. Un marco que goza su máximo esplendor en estas fechas, cuando los ocres y rojizos del otoño se tornan en colores protagonistas, y árboles y arbustos mudan un vestido que renovarán en la próxima primavera.
Este lento e imparable discurrir del agua por pequeños ríos y arroyos ha ido formando el entorno, modelando y conformando un paisaje que alterna valles fluviales, laderas arboladas flanqueadas por fajas de roca coronadas en ocasiones por mesetas elevadas, denominadas como muelas por su característica forma.
Así, el parque natural de la Serranía de Cuenca es el lugar ideal para conocer una de las representaciones más importantes de formaciones geomorfológicas que surgen como consecuencia de la acción de ríos, vientos y heladas sobre la roca calizo-dolomítica durante milenios, denominado Karst.
Pese a que estas formaciones rocosas se pueden encontrar a lo largo y ancho de todo el parque, cobran su máximo esplendor en dos parajes concretos: la Ciudad Encantada y los Callejones de Las Majadas. En ellos, que se pueden recorrer a pie en lo que son pequeñas rutas perfectas para hacer con la familia y en ellos se observan algunos de los principales ‘hits’ del parque, como el fotogénico tormo, los osos, el convento, el mar y el arco de piedra, por citar unos pocos ejemplos.
En el parque natural también se pueden visitar promontorios calizos como el de la Muela de la Madera en Uña, cascadas travertínicas de especial belleza como la del Molino de la Chorrera de Tragacete, muy cerca del Nacimiento del Río Cuervo. La Serranía de Cuenca esconde también un gran número de simas y cuevas originadas por la acción kárstica en el subsuelo, y que habitualmente disfrutan los aficionados a la espeleología.
Un lugar de alto valor ecológico
El valor ecológico de la zona se puede contemplar a simple vista dadas las inmensas y extensas masas continuas de arbolado, entre las que predominan las distintas variantes de la familia de los pinos, acompañadas e intercaladas por quejigares, encinares, sabinares albares y acerales. También se pueden encontrar especies más propias de otras latitudes, como acebos, tejos, tilos o avellanos, pero que también encuentran cobijo gracias a las especiales condiciones de temperatura y humedad que hay en las hoces fluviales.
El silencio del Rincón de Palacios, en Zafrilla, da las condiciones ideales para naturalear la provincia de Cuenca. En este lugar se pueden contemplar y visitar, prácticamente en soledad, numerosas praderas de media montaña, con espectaculares sabinares rastreros intercalados con formaciones herbáceas.
Es imposible hablar del parque natural de la Serranía de Cuenca sin mencionar la amplia y variada fauna que habita el territorio. Es muy común ver buitres leonados recorriendo el cielo escrutando el territorio, y también se pueden observar otras rapaces de elegante porte como el águila real, el halcón peregrino, el águila calzada, la amenazada águila perdicera o el alimoche. Tampoco es raro toparse con algunos de los grandes ungulados, entre los que destacan el ciervo, el gamo, el corzo, el muflón y la cabra montés
Multitud de actividades
La visita proporciona además la ocasión de realizar múltiples actividades lúdicas y deportivas, y que sin duda disfrutarán quienes prefieren un tipo de turismo más activo. Además de poder recorrer los diversos senderos equipados y señalizados que tiene el Parque Natural, el espacio tiene una amplia diversidad de posibilidades para el cicloturismo de montaña, el descenso de barrancos, actividades acuáticas en el embalse de La Toba, espeleología, vías ferratas, la recolección de setas y el disfrute de la berrea y la ronca, por citar algunas. Además, el parque natural cuenta con múltiples áreas recreativas en las que parar a hacer un merecido descanso, que también puede hacerse observando los espectaculares paisajes de los miradores de Uña, del Ventano del Diablo en Villalba de la Sierra, del Tío Cogote en Las Majadas o el de la Peña del Reloj hacia el Hosquillo, por enumerar algunos de ellos.
El parque natural de la Serranía de Cuenca tiene en su interior un buen número de pequeños pueblos en los que degustar el sabor serrano, disfrutar de la arquitectura tradicional y por supuesto, la hospitalidad de las gentes, siempre dispuestas a dar a conocer a los visitantes los mejores secretos de sus municipios. De especial interés resulta la obra artística al aire libre de ‘El paisaje ilustrado’ del artista Luis Zafrilla, que se puede encontrar en varias localidades como Valdemeca.
Toda la zona tiene especial posibilidad para la observación astronómica, lo que se ha permitido obtener la certificación Starlight. No es de extrañar, dado que sus cielos especialmente oscuros permiten contemplar el firmamento en todo su esplendor, pudiendo reconocer a simple vista estrellas, planetas y constelaciones.
El Parque Natural dispone de tres Centros de Interpretación situados en las localidades de Tragacete, Uña y Valdemeca. Además puedes obtener información más completa respecto al Parque Natural y sus actividades en la siguiente página web.
Además, el programa de actividades ‘Vive tu espacio’, ofrece múltiples actividades gratuitas organizadas en el parque. También se puede contactar con las empresas de turismo en la naturaleza de la zona, que te ayudarán a descubrir, valorar y disfrutar cada espacio.