Castilla-La Mancha: El valor de vivir, sentir y conectar con la naturaleza

Los parques naturales y nacionales de la región ofrecen grandes oportunidades para olvidar la velocidad y masificación diaria y armonizar con el aire libre

Los parques naturales y nacionales de Castilla-La Mancha son remansos de paz. Lugares en los que sentir y vivir el aire libre, desconectar de la velocidad y la masificación del día a día. Aquí cada cómodo instante sirve armonizar con la naturaleza, ya sea desde la calma, desde la observación o bien a través de la práctica deportiva. Espacios, en definitiva, en los que naturalear.

A un paso de Cuenca capital, declarada Patrimonio de la Humanidad, se encuentra el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Cuenta con una importantísima masa forestal, formada esencialmente por pinares y sabinares cobijados por un excepcional paisaje kárstico, que ofrece multitud de oportunidades a los amantes del aire libre y la fotografía. Los Callejones de Las Majadas y la Ciudad Encantada situada en Valdecabras son monumentos entre los que perderse; o la escuela de escalada de Cuenca, que cuenta con más de 1.500 vías, es un lugar imprescindible. En este parque natural abunda la fauna y tiene una gigantesca cantidad de áreas recreativas bien conservadas, miradores y senderos que invitan a ser recorridos en familia.

El cielo de la Serranía de Cuenca muestra en todo su esplendor la grandeza del Universo. En su Parque Astronómico estrellas, planetas y galaxias se pueden ver a la perfección gracias a su limpio firmamento conquense, que ha sido calificado como Destino Turístico Starlight, una institución avalada por la Unesco y la Unión Astronómica Internacional, que certifican con criterios objetivos que se trata de uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica.

La micología congrega a cada vez un mayor número de aficionados. Los parques naturales de Cuenca y Guadalajara son cuna idónea para el micelio en todas las épocas del año, pero muy especialmente durante el otoño. Sus cómodos parajes son ideales para pasear mientras se disfruta del olor de sus jaras y plantas aromáticas y se recolectan sabrosos boletus edulis, níscalos y amanitas cesáreas, por poner sólo algunos ejemplos.

El Parque Natural del Alto Tajo es otro buen lugar para disfrutar del otoño en sus extensos bosques de pinos y coloreados bosques de ribera. Hacia el este de la provincia se localiza el Geoparque de la Comarca de Molina de Aragón y el Alto Tajo, que se caracteriza por presentar un rico patrimonio geológico y una notable geodiversidad en la que destacan paisajes como los que forman la sección del Silúrico inferior, los árboles fósiles pérmicos de la Sierra de Aragoncillo o los pliegues de Orea y Cuevas Labradas.

Guadalajara y en concreto el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, enclavado en plena Alcarria Alta muy cerca de la ciudad de Sigüenza, fue uno de los lugares elegidos por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente para grabar alguno de sus famosos documentales de ‘El hombre y la tierra’. No es de extrañar, puesto que en su entorno se pueden avistar algunas de las aves más representativas de la fauna ibérica como buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos, chovas pequirrojas, garzas, ánades reales, el martín pescador o la lavandera cascadeña.

Este parque se puede recorrer fácilmente siguiendo un sendero señalizado, el GR-1-, que recorre el curso del río Dulce entre los pueblos de Pelegrina, La Cabrera, Aragosa y Mandayona. Los dos primeros cuentan con interesantes centros de interpretación en los que conocer con más detalle el parque, y en el segundo hay un sendero de 1,5 kilómetros apto para personas con discapacidad visual.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

En la provincia de Albacete se localiza el espectacular Parque Natural de Los Calares del Mundo y de la Sima. Se encuentra al suroeste de la provincia, a caballo entre las sierras de Alcaraz y del Segura, y abarca parte de los municipios de Yeste, Riópar, Molinicos, Villaverde de Guadalimar, Vianos y Cotillas. Ofrece increíbles formaciones hidrogeológicas y una flora especializada y endémica. Destaca en su interior el complejo de la Cueva de los Chorros y el nacimiento del río Mundo. Este parque se puede recorrer a través de una extensa red de itinerarios interpretativos.

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera se encuentra entre las provincias de Albacete y Ciudad Real. El valle del río Pinilla regala estas 16 lagunas de extremada belleza, conectadas entre sí por barreras de formación tobácea que forman cascadas o arroyos que enlazan las lagunas superiores con sus hermanas. Su Centro de Interpretación es un buen punto de partida desde el que informarse sobre alguno de sus siete itinerarios interpretativos.

En el sur de la provincia de Ciudad Real se puede seguir el rastro del lince ibérico y del águila imperial. Y es que el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona es hábitat natural de estas especies, así como de un sinfín de fauna amenazada. Los valles y paisajes ganaderos del Valle de Alcudia y los extensos bosques mediterráneos que conforman la Sierra Madrona ofrecen asimismo limpios cielos para la observación astronómica y cuenta con el reconocimiento de destino Starlight. Este parque, que conserva una extraordinaria representación de pinturas rupestres, cuenta con hasta 18 rutas interpretativas o senderos y un par de áreas recreativas en las que almorzar tranquilamente.

La invernada de las aves en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel se puede contemplar en los inviernos húmedos. Este humedal, prácticamente único en Europa y último representante del ecosistema de tablas fluviales, es un ecosistema complejo que mezcla las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Cigüela en su confluencia.

En el Centro de Visitantes ‘Molino de Molemocho’, al que se puede acceder desde Villarubia de los Ojos, se puede conseguir información para visitar este parque nacional que cuenta con tres itinerarios o senderos interpretativos: el de la Laguna Permanente, el de la torre de Prado Ancho y el de la Isla del Pan.

Entre Toledo y Ciudad Real se encuentra otro de los Parques Nacionales que hay en Castilla-La Mancha: el de Cabañeros. Este lugar mantiene intacto el gran bosque mediterráneo de Europa, y su paisaje de “rañas”, llanuras y bosque abierto es el lugar donde habitan grandes mamíferos como la cabra montesa, el águila imperial ibérica y el buitre negro, además del ciervo ibérico. Posee más de mil especies vegetales, fósiles del Ordovídico con más de 500 millones de años de antigüedad y es un lugar ideal para llevar a los niños a realizar un safari fotográfico en plena naturaleza.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez