Tarancón revive la Misa del Alba en la explanada del Santuario de Riánsares

Centenares de personas han acudido a la madrugadora Eucaristía del 15 de agosto, que se ha celebrado con aforo controlado y medidas especiales de seguridad

Jesús Gabaldón

Tras el obligado paréntesis del pasado año, los taranconeros y taranconeros de toda condición y edad, se han vuelto a reencontrar en la explanada frente al Santuario de Nuestra Señorade Riánsares con la imagen de la patrona presente en el tradicional “misa de alba” del 15 de agosto, día de la Asunción de María en una Eucaristía, cantada, concelebrada y emotiva.

No había convocado “rosario de la aurora” que tradicionalmente a pie se dirige desde el Arco de la Malena hasta el Santuario a la salida del sol, para llegar con los primeros rayos a su distina. Pero han sido centenares de hombres, mujeres y jóvenes que todavía con luz artificial por las calles se han dirigido espontáneamente hacia la carretera antigua de Cuenca, las de “las cuevas” que dirían Rius y recuerda con frecuencia Marino Poves. A pie, en grupo, familiares, vecindad y amistad. En alguno casos con el rezo del rosario, para a las ocho estar en la Ermita.

Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil, como es habitual, se han encargado de regulanr el tráfico a su paso por la N.400 en el tramo de entrada al Santuario. Delimitada la zona peatonal y el parking para vehículos. Miembros de la Junta directiva de la Hermandad que preside Francisco Arcas, así como colaboradores de la misma, han estado controlando la entrada a la zona delimitada y aplicando los protocolos de seguridad. Se ha facilitado gel para las manos y acomodado a los asistentes para que todo el mundo estuviera sentado en la zona. Mascarillas y distancia de seguridad, todo en orden y el publico, siguiendo las indicaciones en todo momento para el mejor desarrollo y la máxima seguridad en la concentración de centenares de personas, casi como antes de la pandemia.

El Coro Parroquial, con miembros de los de ambas parroquias taranconeras, dirigido por Raquel Calonge, ha realzado con sus voces y música la Eucaristía, que ha sido presidida por el párroco de San Víctor y Santa Corona, Miguel A. Caballero, y concelebrada con el titular de Nuestra Sra, de la Asunción, ,Miguel Alberto López Sánchez, y el capellán Mario Ramírez.

Entre los asistentes, el alcalde, Jose M. Lopez Carrizo, y concejales tanto del equipo de Gobierno como del Grupo Popular con el portavoz, José M. Salas, al frente.

Brillante a la vez que emotiva Eucaristía, con la imagen de Riánsares mirando hacia el camino de entrada a la explanada abriendo sus brazo a los hijos que llegan a felicitarla en esta jornada. En esta ocasión sin flores sobre el pedestal pero sí con el bastón de alcaldesa de honor perpetua.

En la sentida y emotiva homilía, Miguel A. Caballero, ha recordado que estamos celebrando el I Centenario como Noble Ciudad, pero «muchos antes somos hijos de Maria de Riansares». Ha puesto en valor diferentes partes de la Salve, en este valle de lágrimas. Ha hablado de sufrimiento, pero de esperanza de ilusión. De la alegría «porque nos protege nuestra Madre de Riánsares».

 El oficiante ha tenido palabras de felicitación para la Parroquia Mayor Nuestra Sra de la Asunción,  así como para la Hermandad por la organización de la misa de Alba a los asistentes por el ejemplar comportamiento siguiendo indicaciones de Guardia Civil, Policía Local,  Protección Civil  y la propia directiva de la Hermandad.

Corazones elevado, henchidos de fe y devoción, esperanza e ilusión hacia la patrona, que minutos mas tarde partía de forma privada hacia Tarancón ya que por segundo año consecutivo se ha cancelado la procesión vespertina.

A pesar de la concentración de púbico y vehículos, a los que se sumaron otros que recogían a quien acudieron a pie, el desalojo de la zona fue ordenado y diligente.

A la espera del novenario en honor de la patrona, de las celebración, aunque sera diferente de las fiestas en su honor, Tarancón, sus vecinos han rendido justa pleitesía a su patrona en este día de la Asunción de Maria, en una matinal agradable para luego sufrir las altas temperaturas.