Tarancón recupera la procesión motorizada de San Cristóbal ocho años después

Más de un centenar de automóviles recibieron la bendición

Jesús Gabaldón / Vocesdecuenca.es

La renovada hermandad de San Cristóbal en Tarancón ha recuperado la celebración del patrón de los conductores en la localidad. La cofradías, que cuenta ya con 140 socios y una entusiasta y joven junta directiva que preside Javier García Adrada, organizó desarrolló este sábado una serie de actos manteniendo todos los protocolos sanitarios, entre ellos la procesión motorizaba que llevaba ocho años sin celebrarse.

El templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción acogió la Eucaristía de la celebración. La imagen del santo se situó ante el Retablo Mayor, en lugar preferente, y frente a ella el estandarte de la Hermandad. A la ceremonia asistieron, además de la directiva de la hermandad, el alcalde, José Manuel López Carrizo; el portavoz del Grupo Municipal en el Ayuntamiento, José Manuel Salas y otros concejales de la Corporación. cuyo presidente, ocupó lugar principal, junto al Alcalde Jose López y el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento. Tambien asistieron otros concejales de la Corporación y la directiva de la Hermandad. El párroco Miguel Alberto López, ofició la misa que contó con el acompañamiento musical de una voz solista femenina.

Finalizada la Eucaristía el presidente de la Hermandad, Javier Garcia hizo entrega de un recuerdo de agradecimiento a un expresidente de los que aún está con nosotros, Manuel Lázaro, así como Emilio Palacios. Posteriormente, los jóvenes componentes de la directiva, y alguno más veterano, trasladaron la imagen al patio interior de los Salones Parroquiales San Victor y Santa Corona, donde quedó expuesta para la veneración de los devotos.

Después, en un cercano parking disuasorio se fueron concentrando los vehículos. El sacerdote responsable de la otra parroquia taranconera, Miguel Ángel Caballero, bendijo más de un centenar de automóviles hasta que comenzó el desfile procesional motorizado. Coches y camiones adornados haciendo sonar el claxon en un itinerario que tenía como punto de destino el Santuario de Nuestra Señora de Riánsares, donde la imagen de San Cristóbal recibe culto a lo largo del año.