El edificio anejo a la ermita de Riánsares podría ser otro de los inmuebles emblemáticos de Tarancón en perder su esencia, no tanto arquitectónica, como sentimental, ademas enclavada en un lugar muy visitado, sobre todo durante los meses de enero a agosto, periodo en el que junto al mismo se encuentra el Santuario de la patrona, Nuestra Sra de Riánsares.
Se trata un edificio anexo (palacio) o casa noble, que ha acogido a lo largo de la historia a congregaciones religiosas, alguna como seminario menor (Somascos) hasta la década los 80 en la que Lumen Dei trasladó a los seminaristas a otro punto de España (Badajoz). Desde entonces el edificio se ha ido deteriorando por la falta de atención. El paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas lo ha dejado en un estado de semi ruina y con riesgo de derrumbe en alguna zona, con lo que seria muy peligroso por las visitas en el entorno e incluso para el propio Santuario.
El Santuario ha tenido varias actuaciones motivadas por la presencia de la imagen de la Patrona y ser lugar de culto. Entre enero y agosto, los domingos se celebra Eucaristía. Los desvelos y preocupaciones de la directiva de la Hermandad que preside Francisco Arcas y contar con un guarda en ese periodo de tiempo favorece su conservación. Pero el edificio anejo no es administrado por la Hermandad y el estado es de riesgo de derrumbe por lo que urge una actuación urgente que garantice y aporte, ante todo, seguridad. Aunque no es de un valor arquitectónico importante, el enrejado data de la época de los Duques de Riansares hacia 1835/40 y el sencillo estilo tiene su valor sentimental para muchos taranconeros que han conocido sus mejores tiempos, cuanto estaba ocupado el mismo.
Cuando en algún momento se dio con anterioridad la voz de alarma entre los vecinos que observaban el deterioro del edificio, se solía tropezar con el mismo argumento “es del Obispado y él tiene que autorizar”…”Ni hermandad, ni Ayuntamiento pueden actuar por no ser de su propiedad..” No le ha faltado proyecto que en todo caso, se decía debían derivarse y ser aprobado por el Obispado y así, con el paso del tiempo, sin solución.
Pero sí existe un Patronato creado para velar precisamente por la conservación del edificio, que fue cedido por el Obispado hacia el año 2000, al igual que la pradera. En la pradera sí se ha actuado en algunas ocasiones pero no así en el edificio anejo a la ermita. El Patronato, a pesar de ser la ermita epicentro de peregrinación continuada durante ocho meses al año por el valor mariano que tiene para los devotos de la Virgen de Riánsares, poca actividad ha tenido. Tras la creación en el año 2000, en la legislatura de Maria Jesús Bonilla (2011-2015) se actualizo y fue ratificado por el Obispado, como propietario y cedente de la concesión. Esta constituido tal y como se recogía en la creación inicial en 1925, lo forman “El alcalde, el cura, el juez y dos vocales vecinos de la ciudad” que eligen las tres autoridades (civil, religiosa y justicia) y en la ultima renovación los tres vecinos, el presidente de la Hermandad de la Virgen de Riansares, Francisco Arcas, el empresario Emilio Loriente y el historiador e investigados, profesor Félix Montoya, que actuaría como secretario.
Dado que no se tiene noticias de haber sido convocado, ni reunido ni renovado, la propuesta es que se actualice el Patronato con la presidencia del alcalde Jose Lopez Carrizo, el Juez que corresponda actualmente y el sacerdote actual, Miguel Alberto Lopez. Una vez actualizado, estamos seguros que se podrá abordar el temas de llevar a cabo las obras necesarias para esa parte el edificio e incluso estudiar proyectos para que ese paraje tan querido y visitado, sea ademas del centro de peregrinación mariano un lugar de esparcimiento, recreo y visita atractivo y agradable al visitante.