La noche del 12 de agosto la Guardia Civil del Puesto Principal de Tarancón recibió un aviso alertando sobre un animal se había precipitado por un pozo en los extrarradios de la localidad taranconera.
Una patrulla se dirigió al lugar, comprobando como un perro se había caído en un pozo de unos tres metros de profundidad y no podía salir. Esta situación suponía para el animal graves consecuencias debido a las posibles lesiones ocasionadas, las altas temperaturas y el fuerte hedor del lugar e el que se encontraba.
La Guardia Civil gestionó los medios más adecuados para conseguir sacar al perro lo antes posible con las mayores medidas de seguridad y con la dificultad añadida de la poca visibilidad del lugar, ya que tuvo lugar en horario nocturno, y de la profundidad y diámetro del pozo que complicaron la intervención. Los agentes descendieron por la cavidad del pozo hasta poder ver el estado del animal, consiguiendo finalmente el objetivo de salvarlo tras casi una hora de esfuerzos en el lugar.
Tras el arduo rescate llevado a cabo, el perro fue entregado a sus dueños que se encontraban en el lugar.