No solo no ha habido recorrido por las calles del Casco Antiguo de Tarancón, como consecuencia de la pandemia que ha hecho cambiar tantas cosas en la Semana Santa, también el Cristo que venia siendo habitual en esta ocasión ha cambiado para el Vía Crucis del Martes Santo, que organizado por la Junta Mayor de Hermandades tras el paréntesis del pasado año se ha recuperado en esta ocasión.
La Cruz con la que cargaban los hermanos/penitentes al pecho mediante un sistema de correas que se venera en el Convento de los Padres Franciscano, en el que se recogía y finalizaba el mismo, ha cambiado. En esta ocasión, el Cristo que se venera en el ermita de San Juan ha sido el elegido para llevar a cabo este Vía Crucis penitencial.
Portado por tres penitentes, por las naves del templo parroquial se han ido dando lectura a las diferentes estaciones, que han corrido a cargo de miembros del Cabildo General, como el propio presidente de la Junta Mayor, Víctor Domínguez y representantes de otras hermandades, dirigido por el titular de la parroquia, Miguel Alberto López.
Oración, recogimiento y emoción con el paso del Cristo ante alguna de las imágenes expuestas en el templo y positiva respuesta de los fieles de nuevo en asistencia a esta celebración de la programación de la Semana Santa.