El camping ‘La Dehesa’ de Cañamares ha vivido un éxodo de clientes este miércoles por la tarde ante el incendio forestal que se ha declarado muy cerca del municipio. Fuentes del camping resaltan que no se ha producido una evacuación de las instalaciones, como sí se ha producido en la ‘Playeta’ de Cañamares, un paraje natural cercano.
Las mismas fuentes subrayan que el desalojo se ha producido porque los medios aéreos están cogiendo agua y no porque el fuego haga peligrar la zona en concreto. Además, recalcan que desde el campamento “ya no se ve humo” ni se huele nada respecto al incendio.
“La gente tiene mucho miedo y algunos clientes se han ido”, señalan desde el camping, que esperan el regreso de los clientes una vez que hayan visto que la zona está asegurada. Algunos vecinos apuntaban a Voces de Cuenca a la gran cantidad de caravanas que han circulado por el municipio en dirección opuesta al fuego, lo que hacía temer que se hubiera producido un desalojo del camping.
El camping ‘La Dehesa’ lleva dos semanas prácticamente completo, y espera que este incendio no afecte a la campaña estival. Tal y como recuerdan, este 10 de agosto se cumplen cinco años del anterior incendio grande en la zona.
“Tristeza, angustia y miedo” entre los vecinos
María del Carmen Cervel, vecina del municipio, ha relatado a Voces de Cuenca cómo han pasado de la “tristeza, angustia y miedo” inicial a irse tranquilizando según han ido pasando las horas. Y es que en un primer momento temían que el fuego pudiera dirigirse hacia el pueblo, si bien finalmente el viento lo ha dirigido hacia la montaña.
Cervel tiene a un hijo tratando de atajar las llamas en el incendio, pues es miembro de la brigada helitransportada del Infocam. “Es su trabajo y estoy acostumbrada a que vaya a incendios, pero cuando lo ves tan de cerca es distinto, porque desde la ventana de casa se veía el incendio, y se encoge el alma al verlo”.
“Es mucho daño el que hace. Los pinos que hay en la zona salen de la piedra, y van a tardar muchos años en recuperarse”, lamenta subrayando que la superficie quemada “es perfectamente visible desde la ventana de mi casa”.
Respecto a la situación que se ha vivido en el camping, apunta que una amiga suya que vive en Cádiz y que tiene todo el año una caravana estacionada, se ha enterado del incendio y la ha llamado para preguntarle cómo estaba la situación, y ha procedido a tranquilizarla.