La campaña iniciada en una conocida plataforma telemática para evitar el cierre de una oficina bancaria en Beteta ha recogido cerca de 900 firmas en apenas doce horas desde su inicio.
El progresiva eliminación de servicios en los núcleos rurales ha activado la movilización popular. La impulsora de la iniciativa apunta que «Liberbank-Unicaja banco parece que ha decidido cerrar la única oficina que hay en Beteta y da servicio al municipio y municipios cercanos. La siguiente oficina está a más de 30 km. La población de esta zona de la Serranía de Cuenca es en su mayoría, personas mayores, que nada entienden de banca digital, pago con tarjetas, Bizum, etc.. Personas que dejan sin acceso a realizar la más mínima gestión. ¿Dónde está nuestro derecho cómo ciudadano a esa atención personalizada a las personas mayores que prometió la banca, si nos cierran la única oficina que hay en un radio de 40 km?».
Asimismo, señala que si la petición no tiene éxito, los habitantes de Beteta, El Tobar, Masegosa, La Cueva del Hierro, Lagunaseca, Valsalobre, Carrascosa de la Sierra, Santa María del Val, Puente de Vadillos, etc.así como los turistas que llegan a la zona se verán sin poder hacer ninguna gestión, y no podrán disponer de dinero, porque cierran la oficina y el cajero automático».
El ERE de Unicaja contemplaba el cierre de 32 sucursales en la provincia de Cuenca y amortizar 47 puestos de trabajo. La primera fase ha afectado a diez oficinas en territorio conquense (Campillo de Altobuey, Torrejoncillo del Rey, Buenache de Alarcón, Minglanilla, El Pedernoso, Olivares de Júcar, Mira, Carrascosa del Campo, Santa María del Campo Rus y Vara del Rey) cuyo cierre debería haberse hecho efectivo antes del 18 de marzo. Estaba previsto que la entidad bancaria mantuviese entre 17 y 20 sucursales en territorio conquense frente a las cerca de 80 que tenía CCM hace 25 años.