Locusfera es uno de los proyectos premiados en la última convocatoria del programa Integra 4.0. que la Diputación de Cuenca saca todos los años para ayudar a sacar adelante pequeños emprendimientos en la provincia. Este trabajo, que ha conseguido una ayuda de 27.000 euros, ha salido adelante gracias a la idea de Pablo Alfaro, un conquense con trayectoria en el desarrollo rural en la Sierra conquense y especializado en educación ambiental, turismo y dinamización rural.
«Quería buscar recursos que se pudieran gamificar la experiencia turística de público familiar y de amigos junto al senderismo y las rutas naturales», señala a Voces de Cuenca el creador. El nombre de «Locusfera» viene del locus en latín (lugar o bosque) y esfera «por la bola de madera, que es el proceso central del juego». Va a consistir en un parque temático en plena naturaleza, en el que a través de una ruta circular inicial se van a construir diferentes instalaciones de juegos con rampas de madera por las que pasarán canicas gigantes, que serán bolas también de madera. «Va a ser una ruta tematizada en la que las familias o cualquier visitante iniciarán un sendero de unos cinco o siete kilómetros y lo podrán recorrer jugando a los diferentes juegos que se vayan encontrando y con la canica que lleven en la mano», detalla Alfaro.
Además, el creador de este proyecto pretende complementar el trayecto con diferentes miniaturas. Habrá una serie de paradas con escenarios de temática fantástica en las que habrá escondidas figuras para que los visitantes interactúen y busquen estos personajes mitológicos a través de una aplicación de educación ambiental. «En la app les dirá que, por ejemplo, un duende les explicará una problemática del bosque o algún aprendizaje medioambiental, y les planteará diferentes juegos o búsquedas a lo largo del recorrido», explica Alfaro.
Pablo Alfaro sostiene que se trata de un recurso «muy interesante» tanto en la provincia de Cuenca como en España, pues señala que no hay algo parecido en el país. La idea surge de otras mismas propuestas que se están realizando en el centro de Europa. «Es una forma diferente de recorrer el bosque», destaca.
Alfaro cuenta que este proyecto surge a raíz de su experiencia en el emprendimiento, ya que gestiona además una empresa familiar sobre actividades de educación ambiental. Resalta que le gusta trabajar con niños y «le encanta» hacer tareas de aprendizaje sobre rutas y descubrimientos. «Quería hacer divertido una formación en el ámbito natural».
Por su experiencia laboral, vio que había una demanda de eventos a realizar para los turistas que viajan a la Sierra conquense. «Esto me resultó una propuesta muy interesante, que además es autogestionada, no lleva muchos recursos de mantenimiento, y puede ser una alternativa a todo lo que existe», manifiesta el conquense. Alfaro afirma que de momento se están planteando varias ubicaciones, aunque previsiblemente sea por la zona de Tragacete y Vega del Codorno, «para aprovechar también el turismo que hay en torno al Nacimiento del Río Cuervo».
La idea del creador es que este proyecto se ponga en marcha en el próximo verano. De momento, los trámites en estos momentos están centrados en conseguir promotores y gestionar los permisos correspondientes en el territorio. «La instalación en sí es sostenible, no tiene un impacto ambiental grave en la zona porque lo haríamos con madera local y aprovechando sus recursos, por lo que es en un principio sencilla», indica Alfaro.
Una vez se ponga en marcha Locusfera, el objetivo es que estas rutas se puedan realizar durante todos los días de la semana desde Semana Santa hasta otoño y con apertura continua, pues se ubicaría además un espacio de recepción, con tienda y talleres. Alfaro concluye con que este recurso va a ser fundamental para atraer público familiar a la zona, «que por ahora suele ser de transición», y especialmente en municipios donde buscan maneras de dinamizar el turismo más allá del senderismo señalizado.
