Bomberos del Ayuntamiento de Cuenca y forestales de Castilla-La mancha participaron este miércoles en la extinción de un incendios registrado en una parcela con restos de poda en la urbanización Cañada Molina del municipio de Arcas. El aviso fue recibido en el Consistorio a partir de las 22:10 horas a través de una llamada del Servicio de Emergencias 112.
El alcalde, Joaquín González Mena, ha indicado este jueves a través de las redes sociales, que el foco del incendio estuvo «en una parcela urbana de propiedad privada donde personas carentes del debido respeto y decoro crean un espontáneo vertedero que supone un peligro para la salud y las personas residentes en el Barrio. Es público, conocido e informado que esa parcela no es de propiedad municipal, pero ya no se respeta ni la propiedad privada. El Ayuntamiento de Arcas tiene programada una quema controlada de estos residuos para la semana que viene. Ayer por la mañana visitamos el lugar con el técnico municipal para comprobar el estado actual de la parcela y concretar una medida más drástica para atajar el problema. Casualmente por la noche le prendieron fuego».
Asimismo, el primer edil avanza que «el Ayuntamiento de Arcas continuará con su programación de trabajo realizando la quema controlada de los restos existentes en la parcela contando con la colaboración de los bomberos de la Diputación Provincial de Cuenca. Cerraremos la vía municipal de acceso a los depósitos para impedir que se puedan dejar basuras y residuos vegetales en la parcela citada».
Desde la Asociación de Vecinos de Cañada Molina han reclamado al alcalde de Arcas «que obligue al propietario al vallado de la parcela en cuestión para que quede clausurada. Es cierto que es de propiedad privada pero él, como alcalde, si puede obligar al titular a ejecutar este tipo de medidas». Asimismo, solicitan «que el punto limpio de Arcas esté más tiempo abierto en época de poda y cuente con más contenedores para que los vecinos podamos depositas los restos vegetales en un lugar apropiado».
Por último, desde el colectivo vecinal se han congratulado que el incendio «haya quedado en una anécdota pero podía haber ocurrido algo bastante más serio. En esta ocasión, la dirección del viento nos ha beneficiado para que las consecuencias no hayan sido más graves».