El sector resinero de la provincia de Cuenca atraviesa por una situación delicada ante la drástica caída de la producción por las escasez de precipitaciones, la rebaja de los precios y la ausencia de seguros.
Honorio Gallego, presidente de la Asociación de Resineros de Cuenca, aseguraba antes de las precipitaciones caídas esta semana que «la falta de lluvias nos está afectando muchísimo. En el sector de las resinas se hacen cuatro recolecciones a lo largo del año y en esta primera ya hay una merma de un 70%. Se deberían haber producido cerca de 700 gramos por pino y estamos en 100-120 gramos. Confiamos que podamos recuperar algo a lo largo de las restantes pero…». Estas mismas fuentes precisan que la primera recolección se tendría que hacer ya finales de mayo o principios de junio. «Los potes están prácticamente vacíos. Ni compensa hacer esa recolección y quizás sea mejor tratar de acumularlo para la segunda. Es mucho trabajo físico lo que hay que realizar para hacer esa recolección y hacerla para hacer coger muy poca… pues es preferible dejarla en los potes y hacerlo en la segunda. La segunda sería en julio».
Gallego afirma que la necesidad de agua es tal que «el problema que tenemos es que también se están secando pinos. Si se secan pinos estamos perdiendo el productor real. Es extremo. Habíamos vivido alguna situación parecida antes pero no tan extrema y no tan al principio de campaña». El panorama se agrava porque la reducción de la producción se produce en la primera recolección, en las fechas del año que , en teoría, tienen mayor pluviosidad.
El presidente de la asociación provincial destaca que «nos encontramos con el problema que, por ejemplo, en la agricultura sí que tienen el agroseguro. Es una herramienta del Estado que les facilita poder obtener algo pero nosotros no tenemos nada, estamos abandonados. No hay seguro sectorial, ni ningún tipo de ayuda. De hecho, somos, digamos, la única actividad económica del sector primario que no tiene ninguna ayuda. El Plan Sequía de Castilla a La Mancha solamente es para agricultores y ganaderos y en la recuperación de cultivos leñosos tampoco nos incluyen».
«No podemos hacer frente a Brasil»
Honorio Gallego apunta que la situación «es de alarma» porque, además, «ha bajado 40 céntimos el precio del kilo de resina. Al final, no salen los números de ninguna manera». La consecuencia es el abandono de la actividad. «Estamos rondando los 42 productores, 42 familias. En este momento estimo que estamos trabajando en la provincia de Cuenca alrededor de las 26.000 hectáreas y podríamos llegar a las 114.000. Pero, claro es que cada vez se van más resineros».
Otro de los elementos que influye en la situación del sector es la competencia de países como Brasil. «Aquí no podemos hacer frente a Brasil. Brasil, ahora mismo, tiene un stock y está mandando resina destilada a un precio como el que estamos nosotros cobrando la resina porque allí la mano de obra es mucho más barata. No podemos competir con Brasil de ninguna forma. En Europa no le importa traer resina de fuera, como pasa con todo.
La mayor parte de la producción de resina en la provincia de Cuenca se localiza en dos zonas: Sotos-Mariana, principalmente, y la Serranía Baja con Talayuelas, Casillas de Ranera y Tejadillos,