El último mes y medio no va a ser fácil de olviar para Carlos José Delgado Gómez, un mecánico que perdió su negocio en Benetússer por la DANA y que ha permanecido en el hospital madrileño de La Paz mientras se resolvía el bloqueo administrativo que impedía su trasladado a un centro de la Comunidad Valenciana. En La Paz ha estado ingresado debido a las quemaduras provocadas por el incendio registrado en la casa de su pueblo natal de Huélamo, que también provocó lesiones a su hija, donde acudieron para descansar tras el desastre de la DANA. La pasada semana recibió el alta en el hospital Doctor Peset donde había sido trasladado.
Su esposa, Yolanda, asegura que se encuentran «satisfechos pero no del todo. Me he tenido que costear toda la estancia allí en Madrid. Hemos vuelto a Valencia, que era lo que queríamos, pero en Valencia no se le ha tratado como se le tenía que haber tratado en cuanto a sus heridas. Debería de haber estado unos días más pero como el único hospital de quemados es La Fé y a él lo trasladaron al otro, pues no ha podido ser. Pero bueno, estamos en casa y estamos todos juntos». De hecho, ha habido un periodo de tiempo en que «mi marido estaba en Madrid, mi hija en el Peset y yo de un lado para otro. Ahora me iba a Madrid, ahora me venía a Valencia, me volvía otra vez….»
La mujer sostiene que la solución ha llegado «cuando me han visto en televisión, me vieron en el periódico Levante-EMV también y parece ser que a raíz de eso uno de los hospitales de aquí de Valencia se puso en contacto para darle el traslado y él ya está aquí ya en Valencia. «Necesita tratamiento todavía, necesita sus curas. De hecho, hoy hemos ido a curarlo. He solicitado que vengan a casa a curarlo, más que nada, porque como estamos en la zona cero de uno de los pueblos de la Dana pero nos han dicho que no se podía, entonces día sí, día no, vamos a la ambulatorio de Benetússer a curarlo».
Trabas administrativas
Yolanda recuerda la agonía vivida durante la riada. «Nos tuvieron que rescatar con cuerdas hechas con sábanas a un primer piso porque el agua ya nos llegaba por el pecho. El taller lo hemos perdido, hemos perdido también los coches… menos la casa lo hemos perdido todo. Cuando ya habíamos limpias¡do y estaba la cosa más calmada nos fuimos a Huelamo, que es el pueblo de mi marido. A los dos días de estar ahí hubo un accidente con tal mala suerte que se pegó fuego la casa y se pegó fuego él también. Y mi hija se tiró por la ventana para intentar pedir ayuda y se rompió la tibia, peroné y el talón. Ha tenido que ser operada también». Ambos fueron atendidos en primera instancia en el hospital Virgen de la Luz de la capital conquense. «A mi hija enseguida le dieron el alta para ser operada en Valencia y a Carlos se lo llevaron en coma inducido a Madrid».
El problema surgió para ser trasladado. «No había manera de que lo trajesen. Esto pasó el día 1 de diciembre y ya por la noche se lo llevaron al Hospital de la Paz. Hablabas con Madrid y Madrid te decía que era cosa de Valencia, Valencia te decía que Madrid…. Luego había huelga también de ambulancias aquí en Valencia. Carlos tenía dos seguros. Pues el seguro privado no se hacía cargo porque él estaba en un hospital público. Y según me decían, digamos que no podían hacer nada estando él en un público siendo ellos el de privado».
La hija, por su parte, ha tenido más suerte. «Mi hija fue hospitalizada y le operaron. Estuvo un día y medio en el hospital y ya le dieron el alta en el hospital Peset».