Las oportunidades de desarrollo y puesta en valor de la provincia de Cuenca pasan por iniciativas privadas como la de la familia Izquierdo, en Carrascosa de Haro, quienes, “han apostado por su pueblo, por el mundo rural, aprovechando una de las oportunidades que nos ofrece que es la de mostrar a quienes nos visitan el potencial arqueológico y etnográfico que tenemos”, señala el diputado regional por Cuenca, Benjamín Prieto. El también presidente de los populares conquenses, y alcalde del vecino municipio de Fuentelespino de Haro, visitaba hace unos días el molino de El Blanco y comprobaba como sus propietarios han sabido convertirlo en todo un recurso turístico, “al tiempo que enseñan a los visitantes una de nuestras costumbres más arraigadas”.
Prieto ha reivindicado en este encuentro una Ruta de las Harinas Conquenses, “desde las administraciones públicas se tiene que seguir apoyando la rehabilitación de nuestro patrimonio y de todos aquellos elementos que nos han marcado a lo largo de los siglos. En la arqueología industrial encontramos un potencial importante en nuestra provincia y concretamente en los antiguos molinos hidráulicos, molinos de viento y fábricas de harinas que ya no están en uso”, explica, “han marcado la historia de nuestra provincia y la vida de numerosas personas”. El diputado regional no ha querido olvidarse de los molineros, un oficio vital en el campo “y que en su día sacaban la harina de nuestros trigos”.
El esquema para aunar y estructurar esta Ruta cobraba forma cuando Prieto presidía la Diputación de Cuenca. Bajo su mandato comenzaba la rehabilitación del primero de los edificios relacionados con esta temática, la antigua fábrica de harinas de Valverde de Júcar, perteneciente a la mecenas local, Virginia Pérez Buendía, “esta Ruta de las Harinas Conquenses debe pasar que por antiguos molinos hidráulicos como, evidentemente, El Blanco en Carrascosa de Haro, también por Valverde, por la antigua fábrica de la familia Ramos, de Cardenete, que comenzó en su momento a rehabilitarse o por los molinos de Mota del Cuervo. Habría que incluir otras fábricas como la Panificadora Conquense o Harinas Sáiz en Cuenca o Harinas Manzanares en Villarrubio”, detalla el dirigente conquense, sin olvidarnos de la vanguardia en el sector, que lo representa en nuestra provincia Noalles y Balanzá en Carrascosa del Campo. “Esta nueva oferta no solo reforzará nuestra provincia, profundizará en el conocimiento de su patrimonio, sino que creará oportunidades y empleo”.
Prieto ha querido, pues, felicitar a Alberto Izquierdo y a su familia por el empeño, la ilusión y dedicación en recuperar el molino de El Blanco “en el cauce del río Záncara. Esta iniciativa junto a otras, como su granja de gallinas ecológicas, fortalecen nuestra comarca, generan empleo, ofrecen desarrollo y hacen posible que movilicemos el gran potencial de recursos que tenemos y que a la economía local aportan riqueza”. Todo ello deriva en contribuir a paliar con empeño, y desde iniciativas reales no desde el discurso y las intenciones, el reto al que se enfrenta nuestra provincia desde hace décadas y más concretamente en los últimos años, la despoblación”.
Para finalizar, Benjamín Prieto destacaba el enclave estratégico en el que se sitúa este molino, “cercano a San Clemente, Belmonte, Mota del Cuervo o Villaescusa, tierras de excelentes quesos, vinos, aceites o ajos, entre otros productos. Y, después de visitar toda esta zona, el turista puede comer o cenar en alguno de los restaurantes locales o desplazarse a la capital a uno de los más afamados, y con una estrella Michelín, como es el Trivio”, sugería. Y es que el chef Jesús Segura, coincidía con Prieto en este recorrido por el molino, “los cereales siempre han sido básicos en nuestra dieta, y Jesús ha sabido devolverles, a través de su cocina, la importancia que merecen”, concluía.