La asociación Manifiesto por Cuenca reivindica la mejora de acceso a la vivienda en los municipios de nuestra provincia, en sus distintas variantes, como una forma de atraer a nuevos pobladores. «Pasados los meses más duros del confinamiento, muchas personas decidieron cambiar de vida y emprender o vivir en el medio rural, pero no todos los municipios en nuestra provincia están preparados para acoger a estos nuevos pobladores, incluida la capital. No solo por el deficiente acceso a Internet u otros servicios como educación, sanidad o transportes, sino también por la dificultad de acceso a una vivienda de calidad», apuntan.
Señalan que el problema de la vivienda es uno de los últimos en aparecer en la larga lista de necesidades que reclama el medio rural, «pero lo cierto es que alquilar o comprar en este entorno es una tarea difícil y, en ocasiones, hasta imposible» ya que, aunque nadie duda de la existencia de vivienda vacía, «el problema es que no toda ella está disponible».
«Por un lado, apenas existe oferta de vivienda en alquiler, en la mayoría de los casos por los temores de los propios propietarios, en otras ocasiones porque las viviendas disponibles para alquilar no reúnen unos mínimos requisitos que hoy en día son imprescindibles para vivir cómodamente, bien porque carecen de elementos básicos como calefacción o porque son viviendas muy grandes aptas para las familias numerosas de antaño, pero no para el tamaño de las familias actuales», argumentan.
Si el alquiler no es viable, la compra tampoco se convierte en una opción, «sino más bien todo lo contrario» a juicio de Manifiesto. «Los problemas siguen: valor sentimental de la propiedad que hace que sus propietarios no contemplen la opción de vender, problemas de herencias que hacen interminable la venta o, simplemente, muchas constituyen segundas residencias que nadie quiere dejar de disfrutar, aunque solo sea para pasar un par de días al año. La aprobación de un plan de delimitación de suelo urbano o la resolución de una licencia de obras exigen los mismos trámites independientemente del número de habitantes. Sin embargo, los recursos técnicos y económicos que disponen los ayuntamientos pequeños para su ejecución no son comparables a los de una gran ciudad. A ello se une que las empresas del sector inmobiliario no suelen llegar al medio rural, por lo tanto, al interesado no le queda más remedio que ir al pueblo y preguntar a los pocos o muchos vecinos que se encuentre ese día por la disponibilidad de vivienda en el mismo», añaden.
Ante esta complicada situación, consideran que es necesario armarse de paciencia y tener muchas ganas de irse a vivir a un pueblo para no desesperar en el intento. Sin embargo, apuntan que algunos territorios sabedores del problema se han puesto a trabajar en ello con más ganas e ilusión que medios económicos y humanos disponibles, lo que significa que la necesidad está ahí. Así, el Ayuntamiento de Tragacete está rehabilitando el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, donde ya ha conseguido alojar al menos a dos familias; similar es el caso de Gascueña con la rehabilitación de sus antiguas escuelas para tal fin. En otras comunidades autónomas como la de Aragón algunos Grupos de Acción Local han emprendido campañas publicitarias como la desarrollada por Adri Jiloca Gallocanta con el eslogan “Abre tu casa, tu pueblo lo necesita”. Dicha campaña responde a la necesidad de vivienda en venta y sobre todo en alquiler que había en el medio rural turolense y que se pudo cuantificar gracias a la investigación de este grupo. En otros países como Francia o Alemania se grava con impuestos elevados aquellas viviendas ruinosas o solares abandonados, con el objetivo de favorecer la venta.
En este sentido se valora de forma positiva la creación de la Oficina de Fomento de la Vivienda Rural tal y como viene plasmado en la futura LEY DE MEDIDAS ECONÓMICAS, SOCIALES Y TRIBUTARIAS FRENTE A LA DESPOBLACIÓN Y PARA EL DESARROLLO DEL MEDIO RURAL EN CASTILLA-LA MANCHA que se encargará de gestionar una Bolsa de Vivienda Rural que permitirá conectar a las personas demandantes de vivienda con la oferta existente. Pero, además, «se considera necesario la adaptación de la legislación urbanística a las características del medio rural estableciendo baremos en función del número de habitantes y dotando a los ayuntamientos del personal y formación necesarios para la tramitación de los expedientes urbanísticos, además de establecer una línea de ayudas para la reforma o construcción de nueva vivienda en municipios pequeños para incrementar la oferta».
Facilitar el acceso a la vivienda para conseguir el asentamiento de nuevos pobladores no es algo nuevo. Esta solución ya se ha puesto en funcionamiento en otras ocasiones para satisfacer la demanda. Así, en el último siglo se construyeron cientos de viviendas para albergar a la población que trabajaría en la puesta en marcha de nuevas empresas o infraestructuras, como Puente de Vadillos o el poblado de Lucas Urquijo en el Salto de Víllora. Por ello, desde Manifiesto por Cuenca consideran que ahora la necesidad de vivienda responde a nuevas exigencias que habrá que satisfacer para conseguir atajar el problema de la despoblación «y que solo se conseguirá si todas las administraciones y los grupos de acción local trabajan de forma conjunta y transversal, con medidas efectivas y puestas en marcha de inmediato».