El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publicará el próximo lunes, 26 de julio, la orden de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la que se crean aulas de tecnología aplicada en determinados centros de titularidad pública de Castilla-La Mancha que imparten enseñanzas de Formación Profesional. En el proyecto se incluyen el CIFP ‘Nº1’ de Cuenca y el IES ‘Jorge Manrique’ de Motilla del Palancar.
En concreto, el Ejecutivo autonómico va a destinar más de 730.000 euros, a través de un libramiento de 55.059 euros por cada centro, para crear un total de 13 aulas de tecnología aplicada en otros tantos centros de Formación Profesional repartidos por toda la Comunidad Autónoma.
Los centros en cuestión son el CIFP ‘Aguas Nuevas’ de Albacete, el IES ‘Don Bosco’ de Albacete, el IES ‘Herminio Almendros’ de Almansa (Albacete), el CIFP ‘Virgen de Gracia’ de Puertollano (Ciudad Real), el IES ‘Juan Bosco’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y el IES ‘Gregorio Prieto’ de Valdepeñas (Ciudad Real).
También se incluyen el CIFP ‘Nº1’ de Cuenca, el IES ‘Jorge Manrique’ de Motilla del Palancar (Cuenca), el IES ‘Luis de Lucena’ de Guadalajara, el IES ‘Castilla’ de Guadalajara, el IES ‘Ribera del Tajo’ de Talavera de la Reina (Toledo), el IES ‘Julio Verne’ de Bargas (Toledo) y el IES ‘Universidad laboral’ de Toledo.
En cada una de las aulas habrá un coordinador. Esta figura será nombrada por el director del centro y tendrá funciones como poner en marcha proyectos tecnológicos, dirigir labores de evaluación y seguimiento de los mismos, fomentar el espíritu tecnológico entre los jóvenes, entre otras muchas.
Para la consejera de Educación Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, con esta acción, enmarcada dentro del Plan de Formación Profesional para el Crecimiento Económico y Social y la Empleabilidad, Castilla-La Mancha se pone a la cabeza en la digitalización en centros de FP a nivel nacional.
Un reto para Catilla-La Mancha y su sistema educativo
En total, 13 centros de Castilla-La Mancha han aceptado el reto de la implantación de un aula de tecnología aplicada, poniendo en marcha de forma conjunta contactos con las empresas más punteras de tecnología a nivel nacional, para conseguir espacios adaptados a los requerimientos de una tecnología de futuro aplicada al presente.
Las aulas de tecnología aplicada se caracterizan por moverse a tres niveles diferenciados. El primero de ellos es el que hace referencia a lo tecnológico, con características como la realidad virtual, ampliada y mixta; la Wifi6, la conectividad 5G, etcétera.
El segundo nivel es el que se refiere a lo físico, con peculiaridades como la localización y detección de usuarios, el confort en el aula, la sensórica del aula y espacios definidos de investigación, exposición, etcétera. Por último, el tercer nivel es el que se centra en todo lo relativo a lo emocional, con características como la inteligencia artificial; la voz y el audio; los sensores; el uso de software especializado, entre otros.