Las indemnizaciones de Agroseguro a los agricultores y ganaderos manchegos asegurados por los siniestros producidos durante el año 2021 superan los 124 millones de euros, un 55% más que el año anterior.
Con esta cifra, no solo Castilla-La Mancha se convierte en la región española con mayores indemnizaciones en 2021, sino que alcanza su record de indemnización total en los 42 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados. Casi el 100% de los pagos ya han sido realizados a los productores asegurados, hasta superar los 122 millones de euros.
En el total nacional, las indemnizaciones se sitúan por encima de los 722 millones de euros.
Castilla-La Mancha, por provincias
Por provincias, las indemnizaciones abonadas a los agricultores y ganaderos asegurados de Albacete se han situado en los 60,1 millones de euros. A continuación, se sitúan Cuenca (28,3 millones), Ciudad Real (18,6 millones), Toledo (14,7 millones) y Guadalajara (2,8 millones).
Por producciones, destacan las indemnizaciones abonadas a los productores asegurados de hortalizas, que en el conjunto de las líneas se seguro se elevaron en 2021 por encima de los 44,6 millones de euros como consecuencia, principalmente, de las fuertes trombas de agua e inundaciones sufridas en la región. Los daños han sido especialmente graves en caso de cultivos como el ajo, sandía, melón, lechuga, brócoli, pimiento, tomate o patata. Por su parte, los viticultores manchegos han recibido una cifra histórica de indemnizaciones (37,7 millones de euros) debido al impacto de las heladas de abril y de las tormentas de pedrisco de la primavera y el verano.
Además, destacan los daños sufridos por los frutos secos (12 millones de euros, principalmente el almendro), herbáceos extensivos (11,2 millones) por los siniestros vinculados a las fuertes tormentas de pedrisco del pasado año, los seguros pecuarios (9 millones) y los frutales (8,99 millones). El resto de indemnizaciones, -hasta completar el total- corresponde a producciones aseguradas en otras líneas de seguro, como los frutos secos (principalmente almendro) u olivar, entre otras.
En definitiva, los datos anteriores vuelven a reflejar los graves efectos del cambio climático sobre el campo y constatan la necesidad de contar con un seguro agrario para proteger el futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas. El aumento de los fenómenos meteorológicos graves ha sido constante a lo largo de la última década, como lo pone de manifiesto la siniestralidad registrada en cuatro de los cinco últimos ejercicios (2017, 2018, 2020 y 2021), que, junto a 2012, son los años de mayores indemnizaciones en los 42 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados.