Las fuertes lluvias del pasado fin de semana, que provocaron la riada en el término de Saelices que se cobró la vida de dos personas, también afectaron a la carreteras de la zona, aunque ya no hay cortes de circulación en ninguna de ellas. Este lunes, tanto la Junta de Castilla-La Mancha como la Diputación de Cuenca continúan con las labores de limpieza y mantenimiento, para posteriormente evaluar los daños de más alcance y acometer posibles mejoras.
La vía más afectada fue la carretera CM-310, donde se produjo el suceso, puesto que tuvo que cortarse la circulación a la altura del kilómetro 69 debido a las balsas de agua provocadas por la tormenta. En la mañana del domingo, la carretera ya se encontraba abierta al tráfico, pero la brigada de carreteras continúa este lunes con las labores de limpieza y mantenimiento.
La fuerza del agua también provocó desperfectos en la CUV-3032, entre los municipios de Fuente de Pedro Naharro y El Acebrón, esta bajo competencia de la institución provincial. La labores de adecuación se han centrado en retirar el barro, ya que como destaca el vicepresidente provincial y diputado de Infraestructuras, Francisco López, “como la carretera está recién hecha, la tierra de las cunetas aún no se ha asentado, es lo que ha arrastrado un poquito el barro, pero en principio la carretera está sin ningún problema para circular”.
Desde Diputación informan además que se han realizado trabajos en calzadas Palomares, Torrubia del Campo y Carrascosa del Campo, para adecuar cunetas y drenajes.