El avance en la investigación del asesinato sucedido el verano de 2019 en Motilla del Palancar, el del empresario dedicado a la recolección de romero cuyo cadáver trataron de esconder con un incendio, apunta a que el caso podría responder a un móvil pasional. El periódico La Razón ha recogido las declaraciones del equipo forense, que indican que la causa de la muerte fue un traumatismo craneal. También que las lesiones craneales no eran las únicas, ya que tenía unas líneas de coloración en torno al abdomen que podían ser compatibles con arma blanca, el brazo derecho desmembrado del cuerpo, marcas de ahorcamiento y no tenía genitales.
Según plasma esta misma publicación, esto avalaría la teoría de la acusación particular ejercida por las hermanas del finado de que el crimen responde a un móvil pasional. Ellas denuncian que tanto la mujer como su hija estarían detrás de la muerte. Según explicaron las forenses, el hombre presentaba en sangre sildenafilo (Viagra). Además, la víctima cambió de nombre algunas propiedades y las dejó a sus hermanas, no a su mujer e hija, y según afirma un sobrino, ellas habían sacado grandes cantidades de dinero los días previos a la desaparición.
La información de La Razón expone también la declaración del instructor de las diligencias, que explicó ante la jueza que “cuando fueron avisadas de que habían encontrado el coche y un zapato con sangre del hombre (cuando aún figuraba como desaparecido) estuvieron en un despacho de abogados de Motilla del Palancar durante una hora antes de presentarse ante la Guardia Civil”.
La mujer y la hija del empresario asesinado están citadas a declarar en calidad de testigos el próximo 24 de noviembre.