La Galería Moa de Alarcón expone la nueva obra de Victoria Santesmases, ‘Luz con vocación de sombra’

La muestra estará abierta al público durante todo el mes, con un evento de clausura que se celebrará el sábado 28 de octubre

El pasado sábado 30 de septiembre se inauguró en la Galería Moa de Alarcón la exposición ‘Luz con vocación de sombra’ de la artista madrileña afincada en Cuenca Victoria Santesmases. Estará abierta al público todo el mes de octubre, con un evento de clausura que se celebrará el sábado 28.

En el acto de inauguración participaron, además de la propia artista; la alcaldesa de Alarcón, Milagros Poveda; la gerente de la galería, Marisa Giménez; y el comisario de la exposición, Jorge Monedero.

La obra de Victoria Santesmases habitualmente plantea cuestiones sobre fragilidad, identidad o dolor. Desde hace tiempo la artista ha estado buscando temas y materiales que le permitieran expresarse desde lo ligero, transparente, casi imperceptible. «No obstante, plantear la obra para hacerse oír en voz baja o tenue no implica que esta sea menos intensa y no hable de temas tan importantes y trascendentes», explicaba Monedero.

En esta ocasión, la artista se ha basado en un poema del José Ángel Valente para nombrar la muestra.

Esta idea más abstracta sobre la levedad, Santesmases la ha venido concretando en distintos proyectos expositivos como ‘El aire que transita’, ‘Hilos de luz y sombra’ o ‘Rostros velados‘.

En esta ocasión, la muestra diseñada para la galería Moa supone una continuación de su anterior proyecto, ‘Donde habita la luz y la sombra’, que se presentó en la Fundación Amelia Moreno de Quintanar de la Orden en 2022.

Según el comisario de la exposición, «se estructura en dos partes que representan un viaje de caminos interiores. Un diálogo entre la oscuridad y la luz, la sombra y la transparencia». Por ello, está dividida en la serie ‘Desde la sombra’, más «dramática» y de tonos negros, y la serie ‘Desde la luz’, con «la presencia purificadora del blanco, en un juego de luz y esperanza».

La muestra, en palabras de Monedero, se completa con una instalación de pequeñas piezas, que permiten «un recorrido en constante juego de espejos y reflejos con sombras, palabras y celosías».