El pleno de la corporación municipal de Alarcón del pasado 28 de diciembre ha suscitado las críticas entre algunos miembros que la componen, vinculados a diferentes signos políticos.
Según la nota de prensa remitida por Izquierda Unida, la concejal de este partido en la población, Ana Poveda López, ha lamentado la «falta de información» relativa a la convocatoria de los plenos y el orden del día, lo que «hace más complicado desempeñar sus labores legítimas para las que los ciudadanos de Alarcón la han elegido».
La alcaldesa socialista, Milagros Martínez Poveda, ha declarado a este periódico que, aunque no tiene Facebook ni ha leído lo que se ha divulgado sobre ella, López «está haciendo una oposición orquestada desde Motilla donde le dicen lo que tiene que hacer». «En fin, todo el mundo puede tener asesores y preguntar», ha expresado, pero en su opinión «tiene que saber muy bien que en democracia la oposición puede estar en desacuerdo porque eso es la política».
Izquierda Unida ha difundido una grabación en la que se escucha cómo llama a Ana Poveda «mosquita muerta» en el pleno «ante los intentos de fiscalizar varias actuaciones de la corporación» y sostiene que «mantuvo una actitud de denigrante». Además, ha acusado al Ayuntamiento de «falta de transparencia y opacidad».
La alcaldesa ha contestado que «todos los vecinos que quieran pueden acudir a los plenos» y no entiende «por qué se empeña en decir que se la ha denigrado», cree que es Izquierda Unida quien tiene «manía» al Ayuntamiento de Alarcón. Milagros Poveda ha querido aclarar que, por su parte, mantiene lo que dijeron en su momento, que «la ayudaría en todo». «Ha pedido cosas que se le han dado, ha solicitado en fiestas traer a tal músico y se ha traído, no sé de qué se queja, puede venir a ver las cuentas cuando quiera y, de hecho viene, pero como puede venir también cualquier vecino del pueblo», ha especificado. Eso sí, con una condición, y es que «no puede llevarse los papeles fuera del Ayuntamiento». Por lo demás, «como si quiere hacer una auditoría, el Ayuntamiento está abierto».
«Un pegote en la pared»
Otro de los asuntos en liza ha sido el de las comunicaciones con Patrimonio, a cuentas de la recuperación del reloj consistorial en la fachada. Izquierda Unida ha recordado que «los vecinos lo echan en falta por ser una pieza tradicional del edificio público».
«Me entra la risa, un Ayuntamiento del siglo XVI no puede tener un reloj del XX porque es un pegote en la pared», ha bromeado la alcaldesa. Por tanto, se ha mostrado convencida de que «la concejal de IU sabe que es un aberración poner ese elemento en cuestiones de rehabilitación». Ha explicado que cuando se restauró la fachada y se quitaron los cables el reloj ya no funcionaba y se quitó, pero a su juicio habría que poner otro que sea de hierro.
