La reactivación de la búsqueda de Antonio Anglés, considerado autor del rapto, violación y asesinato de las niñas de Alcasser, ha puesto sobre la mesa dos localidades de la provincia de Cuenca, Minglanilla y Graja de Iniesta, como pistas claves para poder localizar al prófugo de la justicia.
De hecho, en ambos municipios conquenses hay evidencias claras de su paso. De hecho, en Minglanilla robó un coche al propietario del restaurante Terry que fue abandonado posteriormente en Graja de Iniesta. Medio centenar de policías peinaron la zona buscando indicios de su presencia y en el vehículo se encontraron indicios vinculados con el prófugo.
Actualmente, Antonio Anglés figura en el listado de la Interpol de los once españoles en busca y captura por todo el mundo. Su ficha refleja que sus cargos son delitos de rapto, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de armas. Figura una edad de 55 años, nacido en Sao Paulo (Brasil), una estatura de 1,75 metros y junto a varios tatuajes (Brazo derecho: esqueleto con guadañas; brazo izquierdo: «Amor de madre”; antebrazo izquierdo: mujer china vestida y con sombrilla) deja constancia de que «tiene un quiste sebáceo en la garganta sobre la nuez», es «desconfiado» y que «toma rohipnol para combatir la adicción a las drogas».
Su inclusión en la lista de Interpol se realiza con notificación roja, distintivo que se aplica «sobre fugitivos buscados para su enjuiciamiento o para cumplir condena. Una notificación roja es una solicitud a fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de extradición, entrega o acción judicial similar». Actualmente hay 7.591 notificaciones rojas públicas en circulación a nivel mundial.
Un ferry a Irlanda, último lugar en el que fue visto con vida
Han pasado 29 años desde el crimen de Alcasser. Un caso triple de rapto, violación y asesinato que conmocionó al país y que le mantuvo en vilo mientras se seguía prácticamente minuto a minuto la búsqueda de los presuntos culpables a través de los medios de comunicación. El juzgado de Instrucción nª 6 de Alzira ha aceptado la petición formulada por la Policía y la Europol de reactivas a búsqueda de Antonio Anglés con el objetivo de localizarle. No se trata de un hecho aislado sino que los cuerpos policiales suelen utilizar este procedimiento para localizar a personas en busca y captura.
A Antonio Anglés se le perdió la pista en marzo de 1993 cuando, al parecer, fue descubierto en el ferry «City of Plymouth» y fue encerrado en un camarote. Sin embargo, cuando se produjo el desembarco en puerto, había desaparecido. Las evidencias de su estancia en la provincia de Cuenca son claras.
De hecho, menos de quince días después de que aparecieran los cuerpos de las tres niñas, Antonio Alcasser forcejea y roba el coche al propietario del restaurante Terry de Minglanilla aunque miembros de la fuerzas de seguridad no relacionaron en un primer momento el hecho delictivo con el presunto asesino de Alcasser. Sin embargo, posteriormente, tras la aparición del coche en Graja de Iniesta se relacionaron los diferentes hechos y «saltaron todas las alarmas». La Guardia Civil, tras confirmar que Anglés fue quien robó una furgoneta Citroén C-15 en Minglanilla llevó a cabo el peinado de la zona que comenzó en el viñedo cercano a Graja de Iniesta donde Anglés dejó abandonado el vehículo. Tras unas horas de búsqueda, la Guardia Civil dio por finalizada la persecución al no hallar ningún indicio de su paradero y pensando que el que el presunto homicida esquivó el cerco y pudo continuar su huida hacia Madrid.
La siguiente aparición de Anglés se produce el 25 de febrero cuando un informático de Madrid denuncia que un hombre le secuestra a punta de pistola en la Plaza de Tirso de Molina y que cree que se trata de Antonio Anglés. Desde entonces hasta su desaparición en el ferry su rastro pasa por Extremadura y Portugal.
Las tres chicas (Miriam, Toñi y Desiree) desparecieron en noviembre de 1992 cuando iban desde su localidad a una discoteca en la vecina Picassent y dos meses después se hallaron sus cadáveres. Miquel Ricart, fue detenido, juzgado y condenado a 170 años de prisión en 1997 por el secuestro, tortura, violación y asesinato de las tres niñas. La sentencia atribuía a Anglés los mismos crímenes.