La empresa de iluminación artística Millán y Ruiz S.L. tiene muchas ilusiones que encender estas Navidades en Castilla-La Mancha. Lo cierto es que hace más de 2 años que no diseñan e instalan el árbol de Navidad en Carretería y la Plaza Mayor de la ciudad de Cuenca, pero en la provincia tienen trato preferente. Concretamente, en Tarancón y Sisante, además de Villaescusa de Haro y El Pedernoso donde tienen sus almacenes. Villaescusa es la sede actual de la ampliación de la empresa con 40 años de historia.
Balbino Millán, el único socio a cargo después de jubilarse José Vicente Ruiz, ha asegurado en Voces de Cuenca que «hay un gran porcentaje de pueblos principales del territorio castellanomanchego que están llenos de luces Millán, si no de forma directa indirectamente, dentro de los municipios que contratan la iluminación». Aquí precisamente es donde reside la clave de su éxito. Es decir, su estrategia no pasa por competir en núcleos urbanos donde intuyen la ventaja de otros competidores grandes (en el caso de Cuenca sería Ximénez Iluminación), sino en municipios donde saben que no tienen gran competencia.
Es verdad que suelen ser contrataciones menores, que no superan los 15.000 euros y se adjudican directamente, pero Balbino se ha mostrado orgulloso de iluminar pueblos como Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, cuyo contrato supera con creces la reciente licitación del Ayuntamiento de Cuenca (por importe de 25.575 euros). En este caso, asciende a 90.000 euros, ya que iluminan entre 8 y 9 plazas, aparte de todas las calles y otras figuras, según ha confirmado. A lo que hay que sumar el contrato del Ayuntamiento de Herencia, y de Olías y Yuncos en Toledo. Incluso también cuentan con algún servicio fuera de Castilla-La Mancha, como en el municipio madrileño de Torrejón de Velasco y el de Caudete de las Fuentes, en Valencia.
«Sin embargo, tenemos capacidad para montar la iluminación navideña en cualquier ciudad», ha reconocido. A su cargo hay más de 20 electricistas y disponen de 3.500 m2 de instalaciones. Un espacio que habla precisamente de su esencia: la fabricación propia de las estructuras y las decoraciones, pues se hace todo en sus talleres. «Los concejales contactan con nosotros y les hacemos varias propuestas de diseño», según ha explicado. De hecho, en sus oficinas tienen una exposición con más de 70 árboles y una veintena de bolas y cajas de regalo, entre otros elementos. Así, pueden invitar a sus clientes a un «showroom» para ver las ideas y hacerles una propuesta económica de alquiler.
Ha señalado que normalmente la decoración está orientada al tradicional árbol de Navidad y algunas bolas o arcos de luz, pero desde hace unos años se ha ampliado la petición de elementos y se solicitan más figuras secundarias, como ciervos, cajas de regalo, estrellas y otro acompañamiento para jardines. Todo depende del tamaño del espacio a iluminar. Respecto al montaje no siempre tienen encomendada la instalación, como es el caso de Hellín, en Albacete, pero cuando la llevan a cabo tienen que respetar la baja tensión de las figuras en suelo (29 voltios) por estar situadas al alcance de las manos, mientras que las que cuelgan en altura ascienden a 220 voltios.
En realidad, casi no les queda nada para terminar en la actual campaña porque llevan tiempo trabajando en ella: desde finales de septiembre, principios de octubre. «Solo nos queda que nos respete la meteorología y no haya averías», ha bromeado Millán. Al final, no deja de ser un trabajo que tiene una gran recompensa por la ilusión que conllevan las luces de la Navidad, y esto, en definitiva, es lo que sigue encendiendo la motivación de Balbino Millán año tras año.
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