Tras el paso de la riada por Belmonte, los vecinos del pueblo han comenzado con las labores de limpieza. Más de un centenar de personas se han reunido en el parque del municipio a las 8:00 horas de este martes para organizar la limpieza de barro y escombros de las calles. «Esta implicación es lo más positivo que podemos sacar», ha agradecido la alcaldesa de Belmonte, Cristina Delgado.
El agua llegó al pueblo una vez había parado de llover, por lo que no se esperaban que una riada de semejante tamaño alcanzase las calles. «No sabíamos por dónde venía el agua, parecía una película de terror», ha afirmado la alcaldesa. La sorpresa fue tal, que uno de los vecinos de la localidad había ido a mover su coche a un mejor sitio y la riada lo arrastró, teniendo que salir por la ventana y agarrarse a una valla hasta que todo pasó.
Pese al susto, no hay que lamentar daños personales, pero sí cuantiosos daños materiales. Aunque todavía es pronto para concretar una cifra, se espera que sea cuantiosa. El temporal ha destrozado mobiliario urbano, ha derribado el muro del colegio y ha anegado el centro de salud y el pabellón polideportivo. También llegó a entrar en las casas en las calles de Santa Teresa de Jornet, Isabel I de Castilla o San Isidro.
Hasta Belmonte se desplazaron dispositivos de Protección Civil y Guardia Civil de los pueblos vecinos de Santa María de los Llanos y Las Mesas y bomberos de Villarrobledo y Tarancón.
La alcaldesa ha confirmado que se va a pedir la declaración de zona catastrófica una vez se hayan coordinado todos los gobiernos, ya que hay múltiples localidades que están en una situación similar. También ha agradecido el apoyo de la Delegada de Gobierno y del Presidente de la Diputación, instituciones que visitarán Belmonte para hacer un informe de daños y notificar sus necesidades.
