El pasado 2 de abril, la Mesa Nacional del Ajo, que incluye a representantes de Las Pedroñeras, participó en la reunión del Grupo de Contacto del Ajo Europeo, celebrada en Chabrillan, Drôme, Francia. Este grupo de trabajo, compuesto por productores de ajo de España, Francia e Italia, así como autoridades de cada país, debatió sobre la evolución del sector en los últimos meses y las perspectivas para la próxima campaña.
Entre los temas tratados, destacó el análisis de la campaña 2024, en la que España registró una superficie sembrada de 22.753 hectáreas de ajo, una disminución respecto a las 24.889 hectáreas del año anterior. No obstante, se prevé un repunte en 2025, con una estimación de 23.956 hectáreas, lo que supone un incremento del 5% con respecto a 2024.
Carlos Dobado, miembro de la Mesa Nacional del Ajo, presentó los datos relevantes sobre la superficie sembrada, la dinámica del mercado y las existencias. La caída en la superficie dedicada al ajo morado fue uno de los puntos clave del encuentro, ya que los bajos rendimientos de esta variedad han llevado a los agricultores a optar por otras más productivas. Esta tendencia preocupa especialmente a las comarcas productoras de ajo en Castilla-La Mancha, como Las Pedroñeras, que históricamente se han destacado por su cultivo de ajo morado.
Uno de los mayores desafíos señalados en la reunión fue el impacto negativo en la competitividad del ajo europeo debido a la reducción de las soluciones disponibles para el control de plagas, enfermedades y hierbas competidoras, lo que ha incrementado los costos de producción. A esta problemática se suma la falta de uniformidad en las normativas de protección sanitaria entre los países de la Unión Europea, lo que crea una desigualdad frente a la producción de ajo de terceros países que no enfrenta las mismas exigencias. La preocupación es que esta falta de reciprocidad de exigencias, sumada al desconocimiento por parte de los consumidores sobre las diferencias de calidad y exigencias, podría dificultar la rentabilidad de la producción europea.
Por su parte, Julio Bacete, vicepresidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha y presidente de la Mesa Nacional del Ajo, propuso la colaboración entre los tres países productores para realizar investigaciones científicas sobre el ajo. Bacete destacó la importancia de conocer el mapa genético del ajo europeo, lo que permitiría avanzar en la adaptación al cambio climático, mejorar los rendimientos y optimizar el uso de recursos como el agua y los nutrientes. Además, señaló que estos avances podrían contribuir al relevo generacional y a mejorar la competitividad del sector, especialmente en zonas como Las Pedroñeras, clave en la producción nacional de ajo.
Esta reunión en Francia subraya la importancia de la cooperación internacional en el sector agrícola y el compromiso de los productores de Las Pedroñeras y otras localidades con la mejora continua de la calidad y la sostenibilidad de la producción de ajo.