El Gobierno de España inició en marzo los diferentes procedimientos para la aprobación del «7º Plan General de Residuos Radiactivos» (7ºPGRR) y en junio se inició el periodo de «sugerencias pruebas», que ahora ha recibido la contestación de la Plataforma contra el Cementerio Nuclear de Villar de Cañas.
Además del retraso de «siete años», que ha supuesto una sanción de la Comisión Europea por no disponer de un plan de gestión de residuos radiactivos, lo que más ha llamado la atención a la Plataforma es que el borrador del 7º plan «es casi idéntico al anterior y sigue planteando como única solución al almacenamiento intermedio, la construcción de un ATC». Para la plataforma esto significa que «en caso de aprobarse el plan en la actual redacción, el ATC de Villar de Cañas puede ser designada para albergar el ATC».
Otro aspecto llamativo es que el documento de inicio estratégico, sí que plantea otra solución para el almacenamiento intermedios de los residuos radiactivos de alta actividad (RAA) y el combustible nuclear gastado (CG). A esta solución la denomina «Almacenes temporales descentralizados» (ATD) pero sin precisar su número o ubicación.
Las sugerencias de la Plataforma (en realidad presentadas por Ecologistas en Acción al carecer la confluencia de personalidad jurídica propia) «van en la línea de descartar el ATC por innecesario y más impactante y defiende la alternativa de 7 almacenes temporales en la misma ubicación de las centrales nucleares». También, sugiere que se evalúe por separado tres alternativas: un ATC, tres ATD y siete ATD/ATI.
María Andrés, portavoz de la Plataforma, ha declarado que «a pesar del tiempo transcurrido, tenemos la sensación de estar de nuevo en 2010: a la espera de la decisión del gobierno sobre la ubicación del ATC».
Tiene la impresión de que la década que ha pasado «no han servido para que la empresa pública que gestiona los residuos radiactivos (Enresa) repiense su plan, puesto que la aventura del ATC en Villar de Cañas es evidente que ha fracasado y se ha llevado por delante decenas de millones de euros y buena parte de su prestigio. Pero, lejos de hacer autocrítica sigue sosteniendo su modelo de gestión a pesar de la fuerte contestación social y política».