La Audiencia juzga a dos acusados de traer jóvenes colombianas a España para prostituirlas en El Provencio

El juicio será este jueves contra dos acusados por los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva e inmigración ilegal.

La Audiencia Provincial de Cuenca celebra un juicio este jueves contra un hombre y una mujer como encargado y administradora de un club de alterne en el municipio de El Provencio. Los acusados se enfrentan a delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva e inmigración ilegal.

Según determina el escrito de la Fiscalía Provincial, dichos acusados eran conocedores durante todo el año 2026 de que en ese lugar se ejercía la prostitución. La sociedad administrada por la acusada gestionaba dicho establecimiento desde el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de ese mismo año , el cual, a pesar de tener licencia aparentemente como hostal, estaba acondicionado para la realización de actividades de “alterne” y de prostitución por parte de las mujeres que trabajan en ese local.

El documento sostiene que ambos crearon un plan para traer a jóvenes colombianas a España ofreciéndoles falsos puestos de trabajo como camarera bien remunerados y dignos, quienes se encontraban en situación de gran penuria economía, para que ejercieran la prostitución en el club y «con el producto de esta obtener los acusados importantes beneficios económicos que repartían entre ellos en la proporción previamente pactada».

Según el escrito, una de las testigos del juicio fue introducida al país en febrero de 2016 entrando como turista, que se le proporcionó el billete de avión y el llamado “viático” (dinero con el que se acredita el viaje a España como turista), donde una vez en el club de alterne el acusado le retiró el pasaporte y el llamado viatico, diciéndole que «había contraído una deuda de 4.000 euros que debía saldar con el ejercicio de la prostitución». La víctima fue inducida a su ejercicio por el propio acusado, pagando diariamente en concepto de alojamiento y manutención la cantidad de 45 euros, no pudiendo salir del club sola, trabajando diariamente desde las 17 horas hasta el cierre del establecimiento a altas horas de la madrugada, entregando el primer “pase” de la noche (cuyo precio oscilaba en torno a los 45 o 55 euros) al club y cinco euros en concepto de sábanas por los demás pases. Finalmente, la testigo logró escapar del establecimiento por la puerta de la cocina del club de alterne un mes después de acceder.

El Ministerio Fiscal solicita para ambos acusados una pena de presión de seis años por el delito de trata de seres humanos, tres más por el de prostitución coactiva y un año más por el de inmigración ilegal. Asimismo, piden la prohibición de aproximarse o comunicarse por cualquier medio, directo o indirecto, con la víctima o con cualesquiera de sus familiares por tiempo de cinco años, libertad vigilada durante el mismo tiempo, la clausura definitiva del club y decretar el comiso del dinero y demás efectos intervenidos. Asimismo, los acusados deberán indemnizar conjuntamente a la testigo con 3.000 euros por los daños morales sufridos.