Villaescusa de Haro ha recibido su primer Erasmus rural, Andrés Lillo, un estudiante del tercer curso del grado de Administración de Empresas (ADE) que trabajará en el Ayuntamiento de la localidad para crear un plan de turismo. «Me explicaron lo que esperaban de mí y me dieron seguridad y libertad para elaborar un proyecto propio», expone el estudiante de 24 años. A lo que Cayetano Solana, coordinador de las prácticas, añade que la tarea principal residirá en «reforzar los objetivos turísticos del pueblo»: en este momento, darlo a conocer; paso al que le ha precedido, como expone, la conservación de su patrimonio cultural.
En este programa de prácticas también participará la empresa de electricidad e iluminación artística de la localidad ‘Millán y Ruíz’, la cual contratará a otro estudiante de la Universidad de Castilla- La Mancha (UCLM) que, preferiblemente, haya completado el grado de Ingeniería Eléctrica. Estas prácticas se desarrollarán en un segundo período que se extenderá desde octubre a diciembre.
Andrés va a desarrollar estas prácticas de julio a septiembre. Los alumnos participantes reciben una beca de 500 euros al mes euros por parte de la UCLM. Además, los estudiantes que decidan vivir en el pueblo durante los meses que dure la ayuda, serán apoyados con una cuantía extra de 450 euros para pagar el alojamiento y los gastos básicos. No es el caso de Andrés, natural de Las Pedroñeras, que se desplaza cada día desde su pueblo para acudir a su puesto de trabajo.
Patrimonio cultural
Durante estas dos primeras semanas de prácticas Andrés ha descubierto diferentes puntos clave del patrimonio cultural de Villaescusa, un trabajo de campo previo a la estrategia que realizará durante los meses de verano para incentivar un turismo activo en la localidad. Andrés confiesa que «no sabía todo lo que había en el pueblo».
Durante su investigación ha encontrado diferentes puntos de interés en el pueblo, entre los que destaca la Capilla de la Asunción dentro de la Iglesia «que fue mandada a construir por un obispo para enterrar a su propia familia», la antigua Universidad Non Nata del siglo XVI «que ahora es una casa rural, pero que iba a ser la primera Universidad en el sur de la península» y el Convento de los Dominicos, del que resalta la excavación que se está realizando actualmente. El estudiante nos adelanta que, entre las medidas que desarrollará en sus prácticas, implantará rutas en bici y dará visibilidad la localidad a través de las redes sociales.
