El nuevo plan de residuos de Enresa propone un ATC para 2028 pero se abre al almacenamiento descentralizado

La Empresa Nacional de Residuos no precisa si sigue pensando en Villar de Cañas como emplazamiento

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) ha presentado en la Secretaría de Estado de Energía el borrador del 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR). En cuanto al almacenamiento temporal del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad, el borrador del Plan contempla un Almacén Temporal Centralizado para la gestión de estos materiales, que estaría operativo en 2028. La nota de prensa de Enresa no precisa si se mantiene la ubicación de Villar de Cañas. No obstante, en la documentación ambiental que acompaña al borrador del 7º PGRR se contemplan diferentes opciones: un único emplazamiento ATC (Almacenamiento Temporal Centralizado) o varios ATD (Almacenamiento Temporal Descentralizado).

La presentación de este documento responde a la obligación de actualizar el vigente plan, aprobado en 2006, en cumplimiento de la normativa en materia de residuos radiactivos. El escenario de referencia que plantea el borrador, que aún tiene que pasar por las diferentes fases de tramitación hasta su aprobación definitiva, recoge la senda de cese de operación de las centrales nucleares definida en el borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), de enero de 2020, y el calendario establecido en el Protocolo de intenciones para el cierre ordenado de las centrales nucleares, suscrito entre Enresa y los propietarios de las centrales en marzo de 2019.

Así, se prevé que los siete reactores actuales pararán definitivamente entre 2027 y 2035. Dadas las características y dimensión del parque nuclear español, el borrador del 7º PGRR mantiene como estrategia de gestión del combustible gastado el denominado “ciclo abierto”, es decir, que no se contempla el reprocesado sino el almacenamiento de los residuos generados por las plantas.

Por primera vez, Enresa dispone de un calendario que le permite realizar una previsión de desmantelamiento total inmediato de todas las centrales, tras su cese de operación, y consecuentemente una estimación precisa del volumen total de residuos nucleares a gestionar. Las labores preparatorias para el desmantelamiento de cada central se iniciarán al menos tres años antes de la fecha de cese y se prevé el inicio del desmantelamiento tres años después del cese. En estos seis años se llevarán a cabo las actividades de vaciado de las piscinas de combustible gastado, las tareas preparatorias del desmantelamiento y la obtención de la autorización de desmantelamiento. Posteriormente, se estima un plazo de diez años para la ejecución material del desmantelamiento.

Durante la tramitación del Plan se deberá definir si se mantiene la estrategia de una única instalación centralizada, tal como contempla el vigente 6º PGRR, o se opta por varios emplazamientos. Tras el almacenamiento temporal, el borrador del 7º PGRR prevé la opción del Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) como estrategia de gestión definitiva del combustible gastado de las centrales nucleares y de los residuos de alta actividad. Se considera la alternativa más sostenible y segura. La previsión es que pudiera estar operativo en 2073.