Rubén Martínez, CEO de Rujamar, ha confirmado el incendio del pasado jueves 25 de abril en la granja avícola de San Lorenzo de la Parrilla se originó debido a una chispa que se produjo durante unas labores de mantenimiento en una de las naves.
Martínez explica que una empresa externa estaba realizando estas labores dentro de la nave utilizando una radial. Desde esta máquina saltaron unas chispas, con la mala suerte de que cayeron sobre la cubierta de un panel de refrigeración, que es de plástico.
«Fueron a pedir ayuda sin darse cuenta de que justo debajo de donde estaban tenían una BIE (Boca de Incendios Equipada), al volver intentaron apagarlo con lo que tenían a mano, pero ya se extendió y no hubo manera de pararlo», afirma el CEO de la empresa.
En cualquier caso, este jueves, ha comentado también Rubén Martínez, la Guardia Civil publicará un comunicado con los resultados del peritaje en el que se explicarán los detalles de lo sucedido.
Por el momento, desde Rujamar también afirman que «el incendio es agua pasada» y que deben centrarse en el futuro. Tal y como explicó Martínez en una entrevista a Voces de Cuenca el mismo jueves 25, quieren recordar que no habrá ningún despido, y que los trabajadores serán reubicados en otros puestos mientras la planta no esté en funcionamiento.
En cuanto a esto, aseguran que, en cuanto se pueda, comenzarán con las labores de reconstrucción, con la intención de empezar a funcionar «lo antes posible, en un plazo de año».
Es más, en su intención de demostrar que están siguiendo adelante, el viernes 26, un día después del incendio, representantes de Rujamar, entre ellos Martínez, asistieron a un evento organizado por Amiab, con la que colaboran regularmente. En este encuentro en la sede de la entidad, se hizo entrega de unos trofeos elaborados por los participantes de este proyecto.
