El Hito inaugura la restauración del retablo de la iglesia de La Asunción, del siglo XVIII

Las obras han supuesto una inversión de 20.000 euros aportados por la Diputación Provincial y, en ellas, se ha podido fechar con exactitud la creación del retablo en el año 1772

La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de El Hito ha inaugurado este sábado, 16 de diciembre, su retablo del siglo XVIII dedicado a la Virgen de la Encarnación tras varios meses de obras para restaurarlo.

Gracias a estos trabajos, financiados con 20.000 euros por parte de la Diputación provincial, se ha podido fechar con exactitud la fecha de creación del retablo en el año 1772. El monumento consta de unas dimensiones de 3,70 metros de ancho por 4,03 de alto.

Durante los meses de intervención se ha priorizado la conservación de la obra, devolviendo la unidad que se había perdido con el paso de los siglos y frenando las causas del deterioro. Para ello se ha aplicado un tratamiento contra la carcoma, ya que había atacado de forma seria varias partes del retablo.

Del mismo modo, se ha procedido a sentar el color de las policromías y eliminar los repintados posteriores con el objetivo de devolver su estado original. Tras la limpieza se ha aplicado una capa de protección para que esta nueva pintura dure muchos años.

Al acto de inauguración han asistido la diputada de Patrimonio, Turismo y Ferias, Mayte Megía; el alcalde de la localidad, José Esteban Pérez; la coordinadora provincial de Cultura de la Junta, Yolanda Rozalén; Ángeles Combo, de la empresa Da Vinci Restauro; y el párroco, Matías Parra.

La diputada de Patrimonio ha destacado la celebración «que supone para todo el pueblo de El Hito poder volver a contemplar en su estado original una obra de arte por la que los vecinos sienten tanta devoción y que para muchos de ellos es la primera ocasión que tienen de contemplarla en este estado debido al deterioro en el que se encontraba».

Megía ha apelado a la necesidad de conservar «estas joyas patrimoniales que esconden las iglesias de nuestros pequeños pueblos», ya que, en muchas ocasiones «son el mayor tesoro histórico que tienen por lo que es necesario realizar un esfuerzo extra para conservarlo».