Las tormentas también han afectado a Villaverde y Pasaconsol, aunque en menor medida que a otras localidades manchegas. Debido a la orografía del terreno, el agua pasó por el pueblo con rapidez dejando barro por las calles por las que pasó.
«Dentro de lo malo, ha sido lo mínimo que podía pasar», ha declarado el alcalde de la localidad, Emiliano Romero. Aparte de por las calles, el agua pasó en abundancia por el lavadero, dejándolo lleno de lodo.
La peor parte se la han llevado los cultivos de girasol de la parte baja de la localidad, por los que el agua pasó inundándolo todo a su paso. La única parte buena es que los cultivos no se vieron afectados en su totalidad, solamente por donde pasaba la torrentera.