El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha detectado la presencia de virus de viruela ovina y caprina en una explotación en Villaescusa de Haro. Según indican los Servicios de Veterinarios Oficiales en su información actualizada, el foco se encuentra en un centro de concentración de ovino, que cuenta con un censo total de 1.070 ovejas y 74 cabras en el que se detectaron síntomas y lesiones clínicas compatibles con la viruela ovina y caprina en una oveja.
A raíz de la detección de estos síntomas se tomaron muestras oficiales que se enviaron para su análisis en el laboratorio central de veterinaria de Algete (LCV), donde se han confirmado como positivas a la detección viral por PCR.
En este mismo municipio de Villaescusa de Haro se está investigando además una nueva explotación de ovinos sospechosa por la detección de sintomatología clínica compatible con la enfermedad durante la visita de los Servicios de Veterinarios Oficiales de Castilla-La Mancha. Se han tomado muestras oficiales para su análisis laboratorial en el LCV de Algete, estando en estos momentos pendientes de sus resultados.
Medidas de control
Las autoridades de Castilla-La Mancha han adoptado de forma inmediata las medidas de control pertinentes relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades, y que incluye el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación, establecimiento de una zona de protección de 3km y una de vigilancia de 10km, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos y la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar, entre otras.
Este foco de Villaescusa de Haro se ha detectado en el marco de la investigación epidemiológica realizada por la detección de movimientos de corderos desde el municipio de Benamaurel, donde descubrió un foco el pasado 22 de septiembre. Desde este se extendió a la localidad conquense y a Cúllar, en la provincia de Granada.
Los focos confirmados hasta ahora han sido comunicados a la Comisión Europea, quien procederá a la aprobación inmediata de un Reglamento ad hoc con la delimitación de la zona de protección y vigilancia alrededor de los nuevos focos declarados y las medidas de salvaguardia a adoptar.
La viruela ovina y caprina es una enfermedad de origen vírico que se consideraba erradicada en España desde el año 1968, si bien se habían detectado casos esporádicos dentro de la UE, los últimos en Grecia y Bulgaria en el año 2014. Asimismo, permanece de forma endémica en África (incluidos los países del norte del continente, como Marruecos, Argelia y Túnez), así como en Oriente Medio y Asia.
Se trata de una enfermedad no zoonósica que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, «sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de productos de los mismos». Se resalta, por un lado, la importancia de aplicar en todo el territorio nacional unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino y durante en el transporte animal, así como la gran importancia de garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar tempranamente la eventual entrada de la enfermedad en otras explotaciones, para lo que es vital que se comunique a los SVO cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en las explotaciones de ovino y caprino del país.