Un caso sospechoso de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) fue localizado recientemente en la localidad conquense de Villarejo de Fuentes pero tras realizar las comprobaciones oportunas fue «en principio» descartado, según han informado a Voces de Cuenca fuentes de la Fundación Artemisan, una entidad que promueve «la gestión y conservación de especies de fauna y flora a través de la investigación, la comunicación y la defensa jurídica, prestando especial atención al aprovechamiento sostenible de especies cinegéticas»
Desde esta entidad advierten de que la EHE se expande de sur a norte de la península ibérica y ha colonizado ya comarcas y municipios de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, afectando, además de a rumiantes domésticos, a miles de cérvidos. Si bien hasta la fecha solo hay casos confirmados en ciervos, no se descarta que pueda afectar a corzos o gamos.
La EHE es una enfermedad causada por un virus emparentado con el que causa la lengua azul, cuyo vector son mosquitos del género culicoides, que se desarrollan en sustratos con gran cantidad de materia orgánica y humedad. El viento es el causante de la expansión del virus desde el sur de Andalucía hasta el centro de España.
Entre sus síntomas, según los primeros estudios realizados con la información recibida de los casos avistados, la mayoría de los animales, el 61 %, presenta una gran debilidad. Además, destaca el nulo instinto de huida, el 44 %, el comportamiento general anómalo, el 44 %, y espuma en la boca, el 39 %.
Asimismo, se ha detectado en algunos individuos lesiones congestivas en mucosa nasal y oral, delgadez, incapacidad para andar, fiebre y cojera, y, en menor medida, sangre en la boca.
En cuanto al grado de afección, es muy diverso, dado que hay fincas donde las muertes ya están superando el 10% de la población, incluso con valores por encima del 20%, mientras que hay otras en las que, inicialmente, es mínima, aunque será el inicio de la berrea, época en la que mejor se realizan los censos de cérvidos, la que marcará el verdadero alcance de la enfermedad.
Al ser la primera vez que este virus surge durante el mes de julio, conviene ser prudentes porque se desconoce cuál será evolución real, aunque lo que es evidente es que la enfermedad va avanzando de sur a norte de la península, siendo Montes de Toledo la última comarca a la que ha llegado en los últimos días. Es posible que los futuros brotes que pueda haber en otoño ocurran en el norte de las áreas afectadas actualmente, por lo que es muy importante detectarlas, así como su grado de afección.
¿Qué hacer ante la presencia de EHE?
Por el momento no se ha establecido ningún protocolo por parte de las autoridades competentes en cuanto a recomendaciones de gestión y tratamiento. Además, el hecho de que este tipo de mosquito no se reproduzca en charcas, sino en sustratos con acumulación de materia orgánica, dificulta su tratamiento por la amplia distribución en un acotado, es por ello que el uso de insecticidas no resulta efectivo.
No obstante, desde Fundación Artemisan recomiendan evitar las capturas para su tratamiento, puesto que, en las fincas en las que se ha intentado, todos los individuos han muerto por el aumento de estrés en estos animales, cuyas defensas están muy bajas.
Asimismo, se recomienda dotar de una correcta alimentación suplementaria para mejorar su condición corporal, intentando en la medida de lo posible extender muchos puntos de aporte para evitar concentraciones de animales enfermos. La misma recomendación se hace para el aporte de agua a través de charcas o bebederos.
Restricciones en cotos afectados
Por el momento, la única restricción que se emite a los cotos es el movimiento en vivo, pero no hay ningún tipo de medida de reducción de la actividad cinegética, al contrario, se facilitará el adelanto de la actividad cinegética a rececho para aquellos cotos donde esté la enfermedad, con el objetivo de eliminar los animales afectados de forma grave.
Cabe señalar que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica es una enfermedad de declaración obligatoria ante las autoridades competentes. Además, con el objetivo de poder seguir estudiando y monitorizando la enfermedad, desde Fundación Artemisan piden a quienes observen un posible caso que rellenen la encuesta disponible en: https://forms.gle/ZMJoSCHtWWNCWiNVA
MAPA
Según señala el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, desde la última actualización sobre la enfermedad realizada el pasado 24 de julio, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete ha confirmado 7 nuevos casos de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en 2023, en las comarcas de Marchena (provincia de Sevilla), Hinojosa del Duque (provincia de Córdoba), Ronda
(provincia de Málaga), Don Benito (provincia de Badajoz), Almodóvar del Campo, Malagón y Calzada de Calatrava (las tres en la provincia de Ciudad Real). Estos son todos los focos detectados a lo largo de 2022 y lo que llevamos de 2023:
La localización de estos nuevos focos no implica modificaciones en la zona desde la que se restringe el movimiento directo para vida (no así para sacrificio) por EHE hacia otros Estados miembros de animales bovinos, ovinos y caprinos, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento Delegado (UE) 2020/688 de la Comisión, de 17 de diciembre de 2019, manteniéndose restringidos los movimientos procedentes de explotaciones ubicadas en los siguientes territorios: provincias de Cádiz, Huelva, Málaga, Córdoba, Sevilla, Granada, Jaén, Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real, Albacete, Madrid y Ávila.
No se establece ningún tipo de restricción con relación al movimiento o consumo de productos de estos animales (carne, leche, piel, etc.). Respecto a los movimientos nacionales, los animales y vehículos deben estar desinsectados para movimientos desde la zona afectada hacia zona libre, con ausencia de sintomatología en ganado bovino.
Desde el MAPA se recuerda la importancia de comunicación inmediata a los sistemas de vigilancia de cualquier sospecha en las especies susceptibles para valorar el impacto de la enfermedad y su distribución, recomendando adoptar medidas de desinsectación en animales e instalaciones como sistema de lucha contra el vector.