Alfonso Navarro, el pastor de Zarza de Tajo que dirige ovejas en quad, vende 280 «a la carta»

Hasta principios de octubre las venderá para explotación ganadera a un precio de 90 euros por oveja, si no consigue venderlas para esas fechas, mandará la mayoría al matadero

Alfonso Navarro es un ganadero peculiar de Zarza de Tajo. Peculiar porque pastorea como casi nadie lo hace: subido en su quad. A sus 64 años los problemas de salud han hecho que este hombre dirija a sus 350 ovejas de esta manera y que ahora quiera vender 280 de ellas.

Voces de Cuenca ha hablado con este pastor que admite ser «un enamorado de su tierra y de las ovejas». Las palabras que ha utilizado y repetido en multitud de ocasiones es que las vende porque no puede. «Estoy cojo con una rodilla. Hace dos años me infiltraban líquido cada dos por tres para que no tuviera dolores, pero a las sexta vez, el médico me dijo que no era bueno que se me injertara tanto líquido, por lo que me mandaron una resonancia, en la que me salió que tengo desgaste de rótula y menisco, pero hasta que no venda las ovejas no me voy a operar porque una operación así requiere de una recuperación muy larga, por lo que no podría cuidar de las ovejas», afirmaba Alfonso.

Además de sus problemas en la rodilla, el pastor añade que hace dos años tuvo una angina de pecho por la que le pusieron un muelle y en febrero ha tenido «una neumonía muy mala que no me dejaba respirar». Ante todo esto y con la salud por delante del resto Alfonso ha decidido que quiere dejar algo con lo que lleva toda la vida. «He estado muchos días de mi vida durmiendo con ellas y con una manta en mitad del campo. Llevo toda la vida con ovejas.»

El ganadero de zarceño reconoce que «no son buenos tiempos para vender ovejas. Con la leche y el cordero que dan, no te da para vivir o al menos para vivir medio bien. No cubrimos gastos con las ovejas y por cosas como esta es por lo que las gente no las quiere. Si vives únicamente de lo que produce la oveja es muy difícil».

En cuanto a la historia de cómo se le ocurrió dirigir a sus ovejas en quad, Alfonso admite que fue gracias a que su hijo quería uno. Cuenta que lleva «cuatro o cinco años pastoreando en quad. Al principio lo usaba solo para venir a verlas, pero ahora ha llegado el momento en el que ni me bajo del quad porque si no no puedo seguirles el ritmo» y entre risas incide en que alguna vez ha volcado.

Hasta principios de octubre, Alfonso asegura que venderá 280 ovejas de las 350 que tiene a 90 euros cada una y lo hará «a la carta» quedándose él las 70 que menos le gusten al comprador. «Me tengo que quedar con 70 hasta mayo del año que viene por un cuso de bienestar animal que hice en el que me comprometí a hacerlo», añade. Después de que se pase el tiempo que ha establecido el pastor zarceño, informa de que se quedará «con las que estén embarazadas o den más leche y el resto las venderé al matadero con todo mi pesar, porque yo ya no puedo, pero si me tocara hacerlo lloraría. Me preocupa que vayan allí, pero ya estoy mentalizado. Aún así, haré todo lo que esté en mi mano para venderlas y que las exploten».