La tromba de este martes causa daños por inundaciones en varios pueblos de La Mancha y la Manchuela

Se han visto afectadas las localidades de Iniesta, Castillejo de Iniesta, Motilla del Palancar, Villalpardo, Alberca de Záncara, Villanueva de la Jara y San Clemente

El servicio de emergencias del 112 ha tenido que atender 53 incidencias en la noche del martes 19 por culpa de una tormenta que ha dejado a su paso inundaciones, torrenteras y balsas de agua en las comarcas de La Mancha y la Manchuela.

Se han visto afectados los municipios de La Alberca de Záncara, San Clemente, Villalpardo, Castillejo de Iniesta, Villanueva de la Jara y Motilla del Palancar. Aunque la peor parte se la ha llevado la localidad de Iniesta, que acumula la mayoría de esas incidencias.

Allí, la fuerza del agua arrastró coches, contenedores y volcó señales. También entró en locales comerciales, garajes y domicilios, por lo que más de 100 viviendas se vieron afectadas por la inundación, teniendo que ser desalojadas y reubicadas en casas de amigos o familiares. La cooperativa también ha sufrido inundaciones.

Además, las carreteras CM-3222 y las CM-311 de nueve y doce kilómetros, respectivamente, sufrieron cortes al tráfico debido a balsas de agua sobre la calzada. Todos estos sucesos, tanto dentro de las localidades como en carreteras, sucedieron pasadas las ocho de la tarde.

San Clemente

Sobre las 18:40 horas de la tarde, la fuerza del granizo derribó un tejado y muro que cayó sobre un coche, hiriendo a dos personas. Los afectados pudieron acercarse por su propio pie al centro de salud.

Al obstruirse las alcantarillas debido al tamaño del granizo, la zona más céntrica (calles de La Feria y Cantoblanco) se vieron anegadas, entrando el agua en sótanos y alguna vivienda. También se vieron afectados el polígono industrial y los cultivos cercanos a la N-310, inundando naves y destrozando viñas y cebollas.

La Alberca de Záncara

En La Alberca lo más afectado fueron los caminos rurales, la pista de pádel y el parque, las partes de fuera del pueblo. Dentro del centro urbano, el agua sí que llegó a entrar a alguna casa y se desplazaron coches y contenedores, pero sobre todo ha dejado suciedad y barro que se tendrá que ir limpiando poco a poco.

En cuanto al campo, la pronta vendimia evitó que se dañasen las viñas, pero el granizó si que afectó a los cultivos de olivas de la zona.