El verano en Cuenca, y en el resto de España, ha estado marcado por las fuertes temperaturas y las sucesivas olas de calor, en especial en el mes de julio. Estos factores climáticos, con los mercurios marcando cifras de récord, tienen efectos drásticos, además de en el medio natural, en nuestra propia salud. El Instituto de Salud Carlos III, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, estima que en la provincia de Cuenca en los meses de julio y agosto se han producido 62 muertes atribuibles al calor.
Este sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), elaborado por el Instituto Carlos III, estima que este julio se produjeron 48 muertes achacables al calor, y en agosto la cifra bajó a 14. En 2021, los datos de julio fueron notablemente más bajos, con 14 fallecimientos, y en este caso fue agosto el mes con mayor mortalidad, llegando a las 19, lo que suma un total de 33 decesos atribuibles al calor entre el 1 de julio y el 31 de agosto del pasado año.
Por tanto, las muertes atribuibles al calor en la provincia en estos meses de verano han aumentado un 88%, casi el doble en tan solo un año. A nivel regional también se observa una gran subida, pero no tan acusada, en este caso de un 47%. Castilla-La Mancha registró 168 muertes por esta causa en julio y agosto de 2021, frente a las 247 de este año.