La provincia de Cuenca perdió 826 habitantes a lo largo de 2020, según los datos provisionales del Padrón Continuo que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es como si todos los vecinos de Villarta o de Casas de Benítez se hubieran diluido en un año.
El territorio conquense encadena diez años consecutivos de hemorragia demográfica y se queda en 195.313 residentes a fecha 1 de enero de 2021, lo que supone inaugurar un nuevo suelo desde que existen registros homologables. Son 23.825 menos que hace una década y 148.720 por debajo de la cifra que había en 1950.
El año pasado fue un año excepcional por la eclosión de la pandemia, cuyo rastro se ha dejado notar en estos datos aunque cueste distinguir cada factor. Cuenca estuvo en la primera ola entre las provincias con mayor exceso de mortalidad con un incremento del 120%, un hecho que, sumado a la inercia de la estructura poblacional, ha contribuido a la disminución de habitantes. El fenómeno de éxodo de las grandes ciudades a los pueblos espoleado por el teletrabajo y el temor a otro confinamiento no ha sido de la magnitud suficiente para compensarla.
La disminución de habitantes debe de tener visión de género, porque se ha repartido de forma casi igualitaria entre sexos. En la provincia viven 98.014 hombres y 97.301 mujeres, 416 y 408 menos respectivamente que hace un año.