El conflicto iniciado por Rusia al iniciar una invasión en Ucrania va a alcanzar los 120 días, y las consecuencias de este siguen siendo visibles en gran parte del mundo. Poco hubo que esperar para ver como el aceite de girasol se agotaba en los supermercados españoles y como su precio se disparaba.
Ante esta situación, la Unión Europea permitía sembrar en barbechos girasoles para equilibrar la situación deficitaria que el conflicto bélico había provocado. Así, según datos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en la provincia de Cuenca se ha aumentado de cara a la próxima campaña la producción en 16.000 hectáreas más que en la anterior.
Este cambio está promovido por la toma de decisiones de instituciones como la Unión Europea de saltarse extraordinariamente la reglamentación de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que obliga a dejar un porcentaje de la superficie sin sembrar, lo que se conoce como superficie ambiental.
Tras lo conseguido en materia de girasol, desde la Junta se ha propuesto al máximo organismo europeo que se adopten medidas similares de cara a la campaña de cereal otoñal. La imposibilidad de importar cereal ucraniano, y la merma de la campaña del cereal que no ha terminado de granar por la sequía, hacen que la demanda de cereal en el país necesite de mayor producción.
En este sentido, ya se ha hecho llegar a Bruselas la demanda de utilización de esos barbechos de superficie ambiental que obliga la PAC para que el cereal otoñal pueda compensar de algún modo la falta de este producto. Ahora solo faltaría la respuesta favorable de la institución del mismo modo que se ha hecho con el girasol.