En la provincia de Cuenca ya ha comenzado la campaña de recogida de aceituna, y en la comarca de la Alcarria conquense se espera una producción a la baja, con un descenso de alrededor del 35% con respecto a la temporada pasada. Es la previsión que hacen desde la DO aceites de la Alcarria, quienes esperan que hasta el 20 de enero se recojan unos 2,5 millones de kilos de olivas con respecto a los cuatro millones que consiguieron el año anterior. Desde ASAJA Cuenca aseguran que la campaña de 2024 es «irregular», aunque prevén que aumente la producción en toda la provincia un 30%.
El gerente de la cooperativa Alcarria, Miguel Ángel Ibáñez, afirma para Voces de Cuenca que la campaña en esa comarca comenzó el pasado 18 de noviembre y esperan que sea » más corta» que la del año pasado. Al principio, las previsiones eran de un 30% menos, pero el gerente confirma que «según pasando los días, la bajada puede ser mayor y pasar a un 35% fácilmente». Ibáñez asegura que son sólo estimaciones, pues dice que los agricultores de zona también están sembrando sus cereales, «que es su principal actividad», y la aceituna es la segunda, por lo que algunos todavía tienen aparcada esta actividad.
El problema no ha sido la escasez de agua, pues este año durante primavera y otoño se han producido abundantes lluvias. Sin embargo, el causante de ese descenso de kilos, según Ibáñez, han sido las fuertes calimas que se produjeron en el mes de junio «que destrozaron la flor de los olivos». «Hay explotaciones, como en el término de Valdeolivas, que esa bajada sea de más del 50 o 60%», manifiesta el gerente. Asimismo, el responsable del Sector del Olivar de ASAJA Cuenca, Gerardo González, asegura que hay zonas de la provincia en las que «hay mucha aceituna y en otras muy poca». Aun así, la organización agraria estima que la producción sea un 30% más de media que la campaña anterior, y prevén que se recojan los kilos que se pudieron obtener en la temporada de 2022.
González destaca que la climatología de este año ha venido «de maravilla» para las plantaciones de olivar. «El olivo estaba muy castigado de otros años que ha llovido menos, pero el agua que ha caído en verano y sobre todo en otoño han hecho que el árbol se vaya recuperando», manifiesta el responsable del sector de ASAJA. Afirma que esta mejoría puede traducirse en que la campaña del año que viene «sea mejor», ya que el olivo «tiene reservas».
A pesar de la baja producción que esperan en zonas de la Alcarria conquense, el gerente de la cooperativa asegura que el aceite que han ido recogiendo «está en muy buenas condiciones» de calidad, ya que durante este otoño el fruto ha cogido agua de las lluvias que se han producido y «está madurando de manera óptima». Una premisa en la que coincide el responsable del olivar de ASAJA Cuenca. Ibáñez sostiene que en algunas zonas de la comarca, la campaña podría haber empezado antes, ya que en ciertos municipios «había muy poca aceituna y ese producto madura antes».
En relación al precio, la bajada de producción va a provocar una bajada de las cantidades que van a recibir los agricultores por sus aceitunas, que va a repercutir «negativamente» en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas de los socios. «La Alcarria no representa nada a nivel nacional como lo puede suponer zonas de Andalucía, sobre todo Córdoba, Jaén y Sevilla», sostiene Ibáñez, quien afirma que si hay suficiente aceite «y no se consume tanto, los precios bajan y eso el consumidor lo va a agradecer».